A escasos tres meses del final de la legislatura europea, la Comisión Europea ha lanzado su “Primera estrategia industrial europea de defensa para mejorar la preparación y la seguridad de Europa”. Hace dos semanas, en la cumbre del segundo aniversario de la invasión de Ucrania por Rusia celebrada en París, el presidente Macron llamaba a sus socios europeos a tomar conciencia de la necesidad de rearme ante la amenaza de un ataque ruso en territorio de la UE. Y la semana pasada, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, la presidenta Von der Leyen advertía que la “amenaza de guerra puede no ser inminente, pero no imposible”. Pareciera que los líderes europeos y los responsables de las instituciones comunitarias hubieron caído presas del pánico, a raíz de la muerte en prisión del opositor a Putin, Alexéi Navalny y de las noticias del frente ucraniano con avances de las tropas rusas.

Equipos de defensa

El motivo con el que la Comisión justifica esta nueva Estrategia de Defensa común de los 27, no es otro que el conflicto armado que se vive en Ucrania. Se trata de una estrategia industrial con una visión clara a largo plazo para lograr la preparación industrial de defensa en la Unión Europea. El objetivo: tener los sistemas y equipos de defensa listos cuando sean precisos y en las cantidades necesarias. La Estrategia establece varias acciones nuevas para lograrlo:

• animar a los países de la UE a invertir más, mejor, juntos y europeos. Esto se promoverá gracias a nuevos programas para comprar y trabajar juntos más fácilmente a nivel europeo.

• hacer que la industria de defensa europea sea “más fuerte, más receptiva e innovadora”. También se tomarán medidas para apoyar la investigación, impulsar la inversión y trabajar en cuestiones a lo largo de las cadenas de suministro. Como parte de esto, se abrirá en Kiev una Oficina para la Innovación en Defensa.

• financiación para preparar la industria de defensa, a través de un nuevo Programa Europeo de la Industria de Defensa por valor de 1.500 millones de euros y la discusión de las necesidades de defensa para el próximo presupuesto de la UE a largo plazo

• colaborando con socios de todo el mundo: Ucrania, por ejemplo, podrá participar en los programas de la industria de defensa de la UE.

Objetivos hasta 2030

La Estrategia también establece una serie de hitos. De aquí a 2030, los países de la UE deberían:

• comprar al menos el 40% del equipo de defensa trabajando juntos.

• gastar al menos la mitad de su presupuesto de adquisiciones de defensa en productos fabricados en Europa.

• comerciar al menos el 35% de los bienes de defensa entre países de la UE en lugar de con otros países.

Se pretende que con esta escalada armamentística Esto la UE sea más segura y que también se vean beneficiados aliados clave, como la OTAN y Ucrania.

Programa europeo

El EDIP es la nueva iniciativa legislativa que pasará de las medidas de emergencia a corto plazo, adoptadas en 2023 y que finaliza en 2025, a un enfoque más estructural y a más largo plazo para lograr la preparación industrial en materia de defensa. Esto garantizará la continuidad del apoyo a la base tecnológica e industrial de la defensa europea, a fin de acompañar su rápida adaptación a la nueva realidad. El EDIP incluye tanto aspectos financieros como reglamentarios. El EDIP movilizará 1.500 millones del presupuesto de la UE durante el período 2025-2027 para seguir mejorando la competitividad. En todo caso, parece claro que si como es evidente, Von der Leyen repite un segundo mandato al frente de la Comisión, la líder alemana ya ha puesto en marcha la prioridad de su nueva agenda política: la Seguridad y la Defensa. De hecho, eligió la Conferencia de Seguridad de Múnich para anunciar su intención de seguir en el cargo y su deseo de que en su próximo equipo de comisarios haya un departamento específico dedicado a la Defensa. Todo un órdago para los jefes de Gobierno que dudan de la necesidad de un rearme de tal calado en la UE.