¿Creen que el comercial que les llama por teléfono o que les para en un centro comercial les vende verdaderamente una gran oferta de la compañía de luz para la que trabaja? Es decir, que, por fin, sí se van a ahorrar una cantidad considerable de dinero en medio de esta crisis de precios motivada en buena parte por el ascenso de los costes de la energía... Ya, no se lo imaginan. Lógico. Pero seguro que sí están convencidos de que a las grandes firmas de tecnología, como las denominadas Big Tech (empresas cuyo modelo de negocio se centra en la explotación de tecnologías digitales), les facilitan un enorme ahorro. Es el caso, por ejemplo, de las conocidas Amazon y Google, que han exigido a las eléctricas que les bajen los precios y, como consecuencia, han conseguido suculentos acuerdos de suministro de luz a largo plazo en una pugna comercial sin precedentes a nivel internacional. De hecho, el Estado español está pulverizando todos los récords (es ahora mismo el líder mundial) en esta carrera de contratos de suministro de electricidad, tal y como ha informado Expansión. Que sí, que quizás puedan ahorrarse unos céntimos si aceptan una de esas ofertas que les proponen insistentemente, pero la liga en la que juegan algunos está en una dimensión totalmente desorbitada.