Un humorista haciendo chistes sobre el olor a goma quemada de las tetas de una mujer operada y sobre los huevos por corbata de un señor que protestó por el mal tono del programa es la desesperada última baza de Tele 5 para que alguien hable de su ninguneada La última noche de Sandra Barneda, que llegó para sustituir al Deluxe.
De momento, han conseguido un puñado de titulares clickbaits señalando que Sandra Barneda corta/abronca/reprende a un colaborador del programa, Juan Dávila, aunque en realidad la cosa quedara en nada y donde muchos creyeron ver que la presentadora le sacó tarjeta amarilla con riesgo de expulsión, al programa siguiente pudieron comprobar que el humorista en cuestión había ascendido al primer minuto del programa porque a Tele 5 le gusta más una polémica que a un tonto un lápiz si le da audiencia. No lo ha hecho, porque lo que huele a quemado no son las tetas de una señora operada cuando calienta el sol, son las mismas polémicas de las que Tele 5 sigue tirando desde hace 30 años.
La última noche es una mezcolanza de famoseo, crimen y morbo: un ratito de corazón cotilla con algún invitado famoso o medio olvidado (la semana pasada fue Norma Duval) para ir de programa blanco que compense el largo rato dedicado a la crónica negra dando voz a los más truculentos suceso y que tiene en el crimen y descuartizamiento en Tailandia, a manos del asesino confeso Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto del también actor Sancho Gracia (el mismísimo Curro Jiménez), una combinación de ambas partes, crimen y famoseo, que están exprimiendo con juicios paralelos, tertulias de barra de bar y justificaciones locas, que no son exclusivas de este programa y se han expandido por toda la televisión, a cuenta de que un chico joven y guapo asesine y descuartice, según su propia confesión, a un hombre mayor que él y gay con el que habría mantenido una relación.
Es más que evidente que Tele 5 busca con este programa, como con todo lo nuevo que hace, retroceder a la tele del pasado para revivir La noria, aquel programa que mezclaba, con bastante éxito de audiencia, corazón, morbo y actualidad, en el que también trabajó Barneda (con Jordi González), donde se pillaron los dedos al invitar, cheque en mano, a la madre de uno de los acusados en el caso por el asesinato de Marta del Castillo. Una decisión que les llevó a sufrir un boicot de espectadores y anunciantes, que acabó con la cancelación del programa tras quedarse sin un solo anuncio que emitir.
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y en La última noche, incapaz de resucitar con polémicas sobre chistes de tetas o alistando a los desempleados de Sálvame que Netflix ha dejado en tierra, parecen obcecados por encontrar esa piedra. Veremos para qué.