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Mesa de Redacción

Arantxa Lopetegi

Donostia, sus barrios y otras cosas de las que informar. Les escucho.

La vida en una bolsa

on todo lo que está ocurriendo en La Palma me ha dado por pensar en algo que me viene a la cabeza cada vez que ocurre una tragedia y se tienen pocos minutos para reaccionar y salvar objetos. Si tienes a tus seres queridos a salvo llega el momento de salvar las cosas. Y las cosas no son solo cosas, muchas soportan una carga de recuerdos. Sí, es cierto que los recuerdos se los vincula una misma a las cosas, que ni sienten ni padecen. Pero así es. Damos sentido a las cosas desde nuestros sentidos. Yo muchas veces he pensado en qué salvaría y me doy cuenta que soy una mezcla entre contable y poeta. Cogería la carpeta con los papeles, con el libro de familia (que ya se ha quedado obsoleto), los documentos del piso y todo eso, aunque supongo que casi nada es necesario y todo es recuperable a estas alturas del cuento. Y luego, como oía decir a quienes salían de sus casas perseguidos por la lava, las fotos. Ahora que las tenemos en el móvil apenas las valoramos, cuando las positivábamos y pegábamos con paciencia en los álbumes, tenían otra importancia. En esos álbumes me reencuentro con mi aita, mis aitonas, con mi infancia y mi juventud, con mis recuerdos. Los álbumes ocupan espacio en el maletero, pero los recuerdos ocupan la parte vivida de nuestra vida.