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Pepitos

La Policía ha cerrado Series Pepito y Películas Pepito y ha detenido a sus dos administradores y, como dice un chiste de Internet, el delito no ha sido poner ese nombre a sus páginas, sino enlazarlas con servidores donde están alojadas un montón de series y películas de las que no tenían sus derechos. Vamos, igualito que Seriesyonkis, mientras que Series.ly ya ha puesto sus capítulos a remojar (en el retrete). Según la versión policial, las dos páginas cerradas ahora por orden judicial han generado en tres años un beneficio superior al millón de euros en publicidad y cuentas premium (pagar por ver), que no está mal para lo poco que da la publicidad en Internet y los que aseguran que solo triunfa el todo gratis. Vale, sí, el pirateo es malo y destroza la industria; quizás tanto como ese aplastante IVA que está alejando a la gente de la cultura sin que se haya detenido, hasta el momento, a ningún ministro. Pero en esas páginas también había viejas series televisivas y amortizadas que cuando han salido en DVD sus editores las han abandonado a mitad, o antes, dejando tirados a sus compradores despreciando su esfuerzo económico. Queda claro que hay un mercado legal desatendido en Internet como defienden voces del sector, con Álex de la Iglesia a la cabeza. ¿Y si en vez de detener a estos Pepitos los hacemos ministros?