GORETI, la peluquera abertzale del nuevo Vaya Semanita, es lo mejor que he visto en mucho tiempo. Cuando lo de aquí se normalice de verdad, habrá que hacer también un repaso a esos cánones estéticos que han condicionado la vida de pueblos y barrios de nuestro país. Ese donde vestir con mocasines llegó a ser una aberración, usar americana sinónimo de aburguesamiento, andar con tacones una cuestión de pijerío y maquillarse, una aberración. Ya se lo dice bien claro una clienta a Goreti cuando le pide asesoramiento para atraer a un chaval mientras sirve zuritos en una txosna de AEK. "¿Maquillaje? ¡Pero si yo pensaba que los únicos aber-tzales que se podían maquillar eran Pirritx y Porrotx..!". Pelos rojizos, mallas a rayas, pelo rapado y trenza al viento, botas militares -sí, sí, militares-, mochilas para todo momento y compromiso, nikis reivindicativos y los palestinos convirtieron en moda la ideología y pasarse de ahí se convirtió en herejía. ¿Exageración? Pues como que no. Ah, y está la ropa de monte, esa que -según la directora de moda Goreti Erauskin- sirve por igual para una mani, para subir al Txindoki o presentarse en una boda. Eso sí, ropa de monte de fundamento, con logotipos y marcas de pedigrí, que una cosa es ser abertzale y otra ser pobre. ¿O se creían ustedes que eran baratas esas maravillosas furgonetas preparadas como si fueran apartamentos? "La moda es como la causa, hay que estar comprometido" dice la gran Goreti. "¿O es que no quieres ser un icono de la moda independentista como Martin Garitano?". Pues vaya tarea le han puesto al nuevo diputado nagusi...
- Multimedia
- Servicios
- Participación
