Recortes sociales
Los platos rotos siempre los pagamos los mismos. Cuando hay crisis, siempre somos los trabajadores los que hemos de apretarnos el cinturón (en el mejor de los casos). Ahora el tema candente de la actualidad política son los recortes en la Educación y ya empiezan a hablar de recortes en Sanidad o de copagos. Sin embargo, nunca escuchamos que los políticos tomen decisiones del tipo de reducir sus sueldos notablemente, de eliminar cobros, dietas extras y otras formas de enriquecerse. Ha aparecido estos últimos días la noticia de que nuevamente se va a inyectar capital a los bancos. Ni tan siquiera los partidos socialistas son partidarios de nacionalizar los bancos ni cuando ofrecen pérdidas. ¿Por qué? Todo parece indicar que la clase política en su conjunto está engañando a la sociedad. Ellos continúan con sus privilegios. Cuando un político llega a ser, por ejemplo, alcalde de una simple capital de provincias significa que va a enriquecerse. No debería ser así. Claro que deben ganar sueldos dignos, pero la vocación política no debería conllevar necesariamente un enriquecimiento y esto en la publicación de las declaraciones de los políticos vemos que sucede per se. Mientras, los trabajadores y trabajadoras, que no somos culpables de la crisis, sufrimos el cierre de fábricas, el parón de la actividad empresarial y la avara actitud de los bancos con los embargos y con el cobro de intereses cuando fueron ellos los que promovieron el sistema de dar créditos a todo el que necesitase dinero prestado sin tener en cuenta su situación. Hablan de desprestigio de la clase política como si fueran a hacer un esfuerzo sincero por recobrar su credibilidad y da la impresión de que pretenden engañar a la ciudadanía.
Alberto Ibarrola