Señor Videgáin: ¿Alguien le obliga a usted a morir de una forma determinada? ¿Acaso no puede optar libremente por no tomar ni aspirinas frente al dolor y sufrir como, según usted, sufrió Juan Pablo II?

Si usted tiene la posibilidad de elegir, ¿por qué quiere impedir a otras personas que elijan cómo quieren abandonar este mundo? Si un médico/a decidiera imponer su criterio religioso frente a la decisión del paciente de no sufrir, ¿no tendría que haber una protección frente a esto y más si se trata de centros públicos? Para eso es la Ley de Muerte Digna, que no es lo mismo que la eutanasia, por mucho que usted se empeñe, y mucho menos se puede comparar con el aborto. Me parece estupendo que no le vote al señor Rubalcaba, yo tampoco lo haré, pero desear que su madre le hubiera abortado para evitarle a usted problemas morales y sociales me parece que es pasarse de la raya y desde luego dice poco a favor de usted, que se las da de buen cristiano. Y ¿a qué viene eso de "en Navarra lo llamaríamos borde?" Después de haberle deseado el no haber nacido lo llama borde? O su léxico es muy pobre o no se da cuenta de lo que realmente ha escrito, señor Videgáin. Si usted desea evitar abortos, me parece estupendo, póngase manos a la obra y colabore con personas que se encuentran pensando en llevarlo a la práctica. Apóyelas económicamente, acójalas en su casa, adopte a esos niños/as o a otros que hayan sido abandonados o que han sufrido maltrato por el simple hecho de no haber sido deseados. Haga algo útil, pero no imponga su criterio a los demás y encima suelte perlas que tiran por la borda cualquier atisbo de buena intención.