Cartas a la Dirección

MENUDA decepción nos llevamos mi madre, mi hermana y yo al ir el domingo a Baiona. Pensando en un plan diferente y con buen tiempo, decidimos ir a San Juan de Luz. No había plazas en ningún parking, tampoco en el pueblo, donde anduvimos 45 minutos buscando sitio para aparcar. Una vez que desistimos, se nos ocurrió ir a Baiona. Cerca de la catedral, mi madre, ya mayor, necesitaba ir al toilette y entramos en un bar-restaurante donde una familia comía una pizza con cervezas y gaseosa en dos de las tres mesitas que componían la terraza. Mi madre pidió ir al baño, no sin antes decir que íbamos a tomar unos refrescos y una copa de vino caro, que es lo que te cobran en Iparralde. Pues bien: la dueña le dijo a mi madre que solo dejaban entrar en la toilette a quienes fueran a almorzar. A los demás, no. Nos fuimos airados del lugar, mi madre con incontinencia y rabia, y fuimos enfrente de la catedral, donde había dos terrazas: un restaurante y un cafe-bar. Entramos en este último, y la ama pidió una copa de tinto, que es lo que le apetecía, y dos refrescos. La dueña nos dijo que solo servían vino en las comidas, cosa que no era cierto, pues en la carta servían vino tinto, blanco y rosado como aperitiff. Nos fuimos enfadados, a la dueña le importó un bledo, y acto seguido mi madre entró en el restaurante de enfrente. Fue al servicio directamente y tras salir, nos fuimos sin más. ¡Como para pedir algo! Comimos después en uno de los pocos sitios abiertos en una Baiona muerta, sin gente, como si hubiera caído una bomba atómica. Frente al río Nive, comimos cada uno un solo plato de 20 euros -mi carne con patatas, que la pedí saignant (sangrante) me la sacaron como una zapatilla-. Bueno, me callé. El vino de Irouléguy a 20 euros había hecho su efecto y fuimos al único café-bar abierto al otro lado del río. La gota que colmó el vaso: tras sentarnos en la terraza, a las 15:30 horas, nos dijeron que no tenían café, que la máquina de café se les había estropeado. Cogimos el coche y comprobamos que no había cambiado nada Baiona en 20 años.

Jon Gastaminza