Bidea den borroka
HACE ya un par de semanas que tuve la oportunidad de charlar con un viejo conocido, militante de Batasuna. Hablamos de esto y de aquello y, por supuesto, también del tema. No me extrañó comprobar que no había gran diferencia entre lo que uno y otro decíamos, entre lo que tanto uno como el otro pensamos. Por supuesto, cada un hizo su propia lectura del pasado, de las oportunidades perdidas. Pero el pasado, pasado está: lo mejor que podemos hacer con él es aprender de lo ocurrido y procurar no cometer los mismos errores. Por otro lado, tampoco estábamos de acuerdo en cuestiones de calendario, pero, en mi opinión, ese desacuerdo esconde una coincidencia mayor: tanto para él como para mí, sólo es cuestión de tiempo. Será más tarde o más temprano, pero tanto para él como para mí, que ETA lo deje definitivamente es una pura cuestión de tiempo.
Me gustó mucho la expresión que utilizó mi contertulio: ha llegado el tiempo del game over, siempre que sea para volver a hacer insert coin y seguir intentándolo. Puede que sea por razones generacionales, pero a mí me parece que explica muy bien cuál es la situación, qué es lo que hay que hacer, y para qué. Hay que dejar la lucha armada, mejor hoy que mañana, y hay que dejarla para poder seguir trabajando por aquello que todavía no hemos conseguido: el reconocimiento de que somos una nación, el derecho a decidir? está claro que en este país nadie sobra, como tampoco sobra nadie entre aquellos que buscamos conseguir la soberanía de Euskal Herria. Si lo que buscamos es la acumulación de fuerzas, es responsabilidad de todos participar en esa acumulación, facilitarla y favorecerla. Sin exclusiones.
En nuestra conversación no tratamos el modelo social, pero, de haberla tratado, no sería de extrañar que también en dicha cuestión hubiéramos llegado a conclusiones ciertamente próximas. Por todo ello, se puede afirmar con rotundidad que las posibilidades de colaboración existen, están ahí. Y no sólo las posibilidades, sino también la necesidad, por lo que habría que tratar la cuestión de las condiciones que ese trabajo en común exige para poder materializarse. Y a la hora de hablar sobre las condiciones, es imprescindible mirar al pasado, aprender de él. Analizar el pasado reciente y extraer las enseñanzas que tiene para darnos.
Por eso es necesario que la lucha armada sea cuestión del pasado antes de afrontar un proceso de colaboración. Que haya cesado definitivamente. No provisionalmente, como ya ha ocurrido repetidamente en el pasado. Tenemos que saber que no hay vuelta atrás. Pase lo que pase, sea quien sea el responsable, tenemos que ver a aquellos que han optado por las vías exclusivamente políticas hablar con claridad en contra de lo ocurrido y en contra de quienes lo hayan llevado a cabo.
Por eso es necesario no cerrar la puerta a nadie que esté dispuesto a trabajar por la soberanía de nuestro país. Cuantos más seamos, mejor para Euskal Herria. Dicho de otro modo: para aunar voluntades diferentes, sobran las vanguardias. Todos debemos tener la posibilidad, en todo momento, de trabajar en igualdad de condiciones. Por eso son tan necesarios la confianza y el respeto. Todo aquello pensado para darnos cobijo a todos, primero debe ser debatido y acordado entre todos: del Sur y del Norte; progresistas y de izquierdas; independentistas y federalistas. Asimismo, debemos tener muy claro que las estrategias pensadas por y para la Comunidad Autónoma Vasca no necesariamente son las más apropiadas para el resto del país. ¿O es que acaso ni eso hemos aprendido de las últimas décadas de la historia del abertzalismo?
Cuando sean esos los fundamentos del trabajo en común, el beneficio será doble. Por un lado, porque estaremos cimentando con bases sólidas el presente y el futuro; por otro lado, porque actuando así estaremos abriendo nuevas vías para hacer política. Demostraremos con el ejemplo que aquello que queremos para nuestro país, lo queremos también para nuestras formas de actuación: borroka izango den bidea.
Mikel Basabe
Parlamentario de Aralar