Escuché por la radio el día 1 de julio la entrevista que Xabier Lapitz hizo al Ararteko, Sr. Lamarca, sobre el Alarde de Irun. En ella os despachásteis a gusto contra las autoridades locales y en contra de lo malos que somos los partidarios del Alarde tradicional, en comparación con lo bueno que sois vosotros, unos verdaderos apóstoles de la igualdad.
Pues bien, teniendo en cuenta que cerca de la mitad de los componentes del Parlamento Vasco son mujeres, resulta llamativo que las cuatro veces que han elegido Ararteko, en todas ellas, han designado a un hombre para el cargo. ¿Por qué no le preguntaste al Sr. Lamarca a ver qué pasa en esa institución, en la que nunca se ha elegido a una mujer para ese cargo? ¿Cuándo llegará a esa institución la Ley de Igualdad? Si fuera coherente con lo que predica en Irun y Hondarribia, por vergüenza, debería dimitir de su puesto, pero los bidasotarras sabemos que vosotros defendéis la igualdad, siempre y cuando no os afecten a vuestros propios intereses particulares.
Es una certeza que para vosotros el sentir mayoritario no cuenta. En vuestro discurso, en nombre de la no discriminación se discrimina a la inmensa mayoría de las mujeres irundarras y hondarribiarras, negándoles el derecho a decidir sobre sus fiestas.
Cumpliendo escrupulosamente con la ley, el Ayuntamiento de Irun, en los años 1998, 1999 y 2000, organizó y finalizó el Alarde público igualitario, y aun estando dispuesto a seguir organizando el mismo, en el año 2001 los participantes en él declinaron y rechazaron su participación, y en su lugar pidieron autorización, y obtuvieron, de la Consejería de Interior para organizar un Alarde-Manifestación.
Desde esa fecha hasta la actualidad es lo que se viene celebrando, y ésta es la realidad social. El Ayuntamiento de Irun se encontró en el año 2001 con que nadie quería un Alarde público igualitario, habiendo participado tres años en el mismo. Rechazaron de plano seguir en el mismo. Y vosotros ocultáis esta realidad, y en su lugar soltáis un discurso falso y manipulador.
No hay mayor desfachatez que ver a un Ararteko donde en su institución no se conoce la Ley de Igualdad, dirigirse año tras año a un Ayuntamiento pidiendo que se cumpla esa ley que, como se ha explicado más arriba, los poderes públicos la cumplieron escrupulosamente.
El día 8 de septiembre nos veremos, pero en bandos distintos seguramente. No tendrás la valentía suficiente de reconocer que tus camaradas rechazaron participar en un Alarde igualitario, y seguirás con tu discurso victimista de siempre, pero tendrás el apoyo de unas parlamentarias, el Ararteko, Emakunde, etc. Y de una generosa subvención pública a cuenta de nuestros impuestos. Pero no tendrás el apoyo del pueblo.