María Blasco, directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), recibe el 6 de octubre en Bilbao el Alfiler de Oro de la Asociación Mujer Siglo XXI.

Aunque haya más mujeres que hombres en el mundo de la investigación biomédica, siguen siendo ellos mayoría en los niveles de decisión. Por ello, el Alfiler de oro de la asociación Mujer Siglo XXI a María Blasco supone un nuevo impulso a la igualdad en la ciencia, que se suma al reconocimiento a esta prestigiosa investigadora en el campo del cáncer de modo específico y de la lucha científica contra la enfermedad y el envejecimiento en general. 

El Alfiler de oro de Mujer Siglo XXI se ha visto honrado por músicas, artistas, empresarias, periodistas, profesoras, magistradas… y en esta ocasión por una científica de prestigio. ¿Es buena noticia el reconocimiento social de las científicas? ¿Cree que la ciencia forma parte de los intereses cotidianos de los ciudadanos?

Estoy muy agradecida por este reconocimiento, que no es sólo a mí, sino a la labor científica, a la importancia de avanzar en el conocimiento de lo aún ignoto, de lo aún inexplorado. Es un reconocimiento a todos y todas las científicas que han trabajado en mi grupo de investigación y que trabajan en el mundo para resolver problemas. Creo que una sociedad que reconoce la importancia de la ciencia es una sociedad que no se conforma con el saber establecido y que tiene la esperanza de comprender el mundo, de “pegar los trozos de lo absoluto”, como diría Sylvain Tesson.

¿Investigar en España es una tarea con buenas expectativas profesionales o investigar sigue siendo un poco llorar y navegar en la incertidumbre laboral?

En España hay centros de investigación y científicos/as que están entre los mejores del mundo. Tenemos que estar muy orgullosos de la ciencia que se realiza en nuestro país y darle el máximo apoyo desde las políticas científicas. Precisamente porque también somos un país de ciencia, debería de invertirse más en investigación. La ciencia es el único camino fiable para dar respuesta a todos los retos presentes y futuros de la humanidad. Este premio es también una manera de reconocer el buen nivel científico de nuestro país.

Mujer y discípula de Margarita Salas, reconocida en este premio por mujer y científica, ¿están las mujeres en la ciencia en igualdad o todavía priman las corbatas?

En la ciencia de excelencia no hay corbatas, hay científicas y científicos intentando comprender la vida y el mundo que nos rodea. En las carreras de biomedicina y los centros de investigación biomédicos como el CNIO, hay más mujeres que hombres haciendo avanzar la ciencia, pero el problema es que estas aún no son las que dirigen la mitad de los laboratorios de investigación; ahí siguen primando los hombres y esto es algo que aún tiene que cambiar. En el CNIO hemos hecho cambios estructurales importantes en ese camino, como tener horarios flexibles de entrada y salida, jornada continua, teletrabajo, cofinanciar la guardería, etc.

"Investigamos terapias basadas en quitar la ‘inmortalidad’ al cáncer”

Investigadora sí, pero con reconocida trayectoria impulsando socialmente la divulgación científica. ¿Es comprensible la ciencia encerrada en su laboratorio-universo o es imprescindible abrir la ventana de la ciencia a la sociedad? ¿Se incentiva lo suficiente esta divulgación?

Contar a la sociedad la importancia de la ciencia es esencial y una tarea que tenemos que hacer los científicos y científicas. En el CNIO hacemos un gran esfuerzo para ello con iniciativas como CNIO Arte. Cada año invitamos a un/a artista a crear una obra de arte nueva resultado de la interacción con un/a científica. Hemos tenido artistas del calibre de Eva Lootz, Susana Solano, Daniel Canogar, Chema Madoz… y científicas como Margarita Salas, la Nobel Elisabeth Blackburn, que recientemente participó en un evento del Museo Guggenheim Bilbao y CNIO Arte 2023. Estas obras inspiradas en la ciencia se presentan en el CNIO, en Arco, han estado en el Instituto Cervantes de Nueva York y viajarán al de Chicago.

Directora del CNIO-Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Leía hace unos días que están aumentando algunos tipos de cáncer. ¿En la lucha contra los cánceres vamos a un ritmo adecuado o sería preciso más inversión para marchar más rápido que el avance de la enfermedad?

Cada vez hay porcentualmente más personas mayores y esto hace que aumenten los casos de cáncer, ya que el mayor factor de riesgo para desarrollar un cáncer es la edad. Se calcula que se duplicarán los casos de cáncer en nuestro país, por eso es tan importante que trabajemos en la detección temprana y prevención del cáncer. Ello pasa por la investigación y el conocimiento de cómo se origina. Personalmente pienso que debieran de hacerse más colonoscopias para detectar cáncer de colon y más pruebas para detectar cáncer de pulmón; sería una manera de invertir en prevención y posibilidades de curación.

"El envejecimiento de las células es lo que causa la mayor parte de las enfermedades”

Usted es una autoridad en el conocimiento de los telómeros y de la telomerasa, ¿las aplicaciones clínicas de sus estudios con ellos están teniendo resultados esperanzadores?

En mi grupo estamos colaborando con el Programa de Descubrimiento de Fármacos del CNIO para desarrollar terapias contra el cáncer basadas en quitar la inmortalidad al cáncer. Para ello buscamos moléculas que bloqueen la función de los telómeros. 

Es autora de Morir joven, a los 140. ¿Será posible llegar a esa edad en buen estado o es un buen gancho para reflexionar sobre la enfermedad, el dolor, los hábitos de vida y la propia muerte?

Sabemos ahora que el envejecimiento de nuestras células es lo que causa la mayor parte de las enfermedades que nos matan, incluido el cáncer. Gracias a los últimos 30 años de investigación hemos averiguado cuáles son los mecanismos moleculares que causan ese envejecimiento de nuestras células. El reto ahora es usar ese conocimiento para tener mejores maneras de prevenir y curar las enfermedades del envejecimiento. Tenemos que pensar que no sabemos aún curar ninguna enfermedad degenerativa del envejecimiento y eso es porque no sabíamos qué causaba el envejecimiento de nuestras células.

Las células tumorales mantienen generación tras generación el tamaño de los telómeros de sus cromosomas, pero las células normales no. Si se consiguiera que en estas células normales no se acortaran los telómeros, ¿no podrían derivar a células tumorales oncogénicas? ¿Se sabe cómo evitarlo?

Hemos demostrado que si hacemos que los telómeros se mantengan largos durante más tiempo en un organismo, este tiene menos patologías del envejecimiento, incluido el cáncer, y vive más. Lo hemos hecho de varias maneras y siempre vemos que hay menos cáncer. Esto es porque al tener telómeros más largos hay menos envejecimiento y menos daño en las células y por lo tanto menos errores en el ADN que están en el origen del cáncer.

¿Qué espera, de cara al futuro, ver en el campo de la enfermedad y concretamente del cáncer?  

Espero que en pocas décadas seamos capaces de curar todas las enfermedades. En un mundo avanzado debiéramos de ser capaces de vivir muchos años sanos y sin enfermedad, y si esta ocurre, tendríamos que ser capaces de curarla.

Usted ha recibido numerosos premios, ¿qué supone el Alfiler de oro que recibirá de la Asociación Mujer Siglo XXI?

Para mí, es un gran orgullo y satisfacción que este reconocimiento venga de una asociación de mujeres empresarias y profesionales liberales como es Mujer Siglo XXI, no hay algo que me pueda hacer sentir más orgullosa.

QUIÉN ES

Formación: María A. Blasco obtuvo su doctorado en 1993 en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa bajo la supervisión de Margarita Salas. Como becaria posdoctoral se trasladó a Cold Spring Harbor Laboratory en Nueva York (EE.UU.), incorporándose al laboratorio dirigido por Carol W. Greider. Identificó el gen esencial de la telomerasa y generó el primer modelo de ratón deficiente en telomerasa, base para demostrar la importancia de esta enzima en el mantenimiento de los telómeros.

Investigación: En 1997 estableció en Madrid su propio grupo de investigación en el Centro Nacional de Biotecnología (CSIC). En 2003 pasó al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) como directora del Programa de Oncología Molecular y jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa y en 2011 fue nombrada directora del organismo.

Publicaciones: Ha publicado más de 260 artículos científicos, y ha obtenido tres Doctorados Honoris Causa. 

Reconocimientos: Ha recibido prestigiosos premios, como el Josef Steiner Cancer Research Award, Swiss Bridge Award for Research in Cancer, Körber European Science Award, the EMBO Gold Medal, el Premio Rey Jaime I en Investigación Básica, y el Premio Nacional en Biología Santiago Ramón y Cajal, entre otros.