Comunicar es una acción que realizamos todos los días de distintas formas: con gestos, palabras o sonidos, incluso con la mirada. Sin embargo, no todo el mundo dispone de todos los sentidos al cien por cien para comunicarse y entender a los demás. Por eso, estas personas cuentan cada vez con más recursos para lograrlo. 

Discapacidad auditiva

La discapacidad auditiva es un déficit parcial o total de la función del oído por distintos motivos. Es común que quien la sufre sepa manejarse con el lenguaje de signos, aunque es una lengua compleja que va evolucionando y no es universal. Por otro lado, no es frecuente que una persona cuente con el apoyo de un intérprete en su lugar de trabajo o centro de estudios, por ejemplo. Por eso, para estos casos es muy útil una aplicación como Showleap, un traductor de lengua de signos a voz. El usuario se coloca unos brazaletes que reconocen los movimientos de sus manos y dedos y los traduce mediante un sintetizador de voz y lenguaje escrito en una pantalla. 

La ONCE prepara una 'app' para personas con sordoceguera.

En pleno desarrollo se encuentra MotionSavvy. Esta app debe estar instalada en una tablet. La persona habla al dispositivo y la herramienta transforma la voz en palabras de texto en la pantalla. Se está trabajando para ampliar el vocabulario e incluir otros idiomas. De momento solo está disponible en inglés.  

Por otro lado, no oír todo lo que ocurre alrededor es una situación frustrante, sobre todo, en caso de que ocurra una emergencia y la persona con pérdida auditiva no se entere. Para ello, una solución es colocar un dispositivo que convierta los sonidos en alertas luminosas y sensoriales. Un ejemplo es Visualfy, que incluye tres detectores para colocar cerca de las fuentes de sonido y un dispositivo principal que avisa donde se haya elegido (el smartphone, smartwatch, etc.). Con este gadget será fácil enterarse de si alguien llama a la puerta, suena el teléfono o llora el bebé. 

Y para lugares como centro de trabajo, estudio o lugares donde se organizan espectáculos se ha desarrollado una herramienta disponible para todos, no solo las personas con discapacidad auditiva. Se trata de Bemyvega, creada por los españoles Antonio Sánchez y su mujer Mónica Hernández, con el principal objetivo de mejorar el acceso a la formación de su hija con discapacidad visual y auditiva. Esta herramienta recoge todo lo que ocurre alrededor y lo proyecta en una tablet o smartphone. Así, el usuario puede ver al profesor en la pantalla y su discurso subtitulado. Se tiene el control total sobre todo con la posibilidad de ver en cada momento lo que necesita. También incluye herramientas como Zoom, el autoguardado, grabación de la sesiones, chat en vivo...

En relación con la cultura encontramos la aplicación SignArte que incluye descripciones y vídeos en lenguaje de signos español sobre espacios culturales accesibles para personas con discapacidad auditiva a través de la geolocalización. 

Discapacidad visual

No hace falta explicar los inconvenientes de no ver, especialmente en la calle. Uno de los sectores en los que se van implementando mejoras para las personas con discapacidad visual es el del transporte y movilidad. Hace años que ya se ven semáforos con señales sonoras. Pero también es importante dar fácil acceso a los transportes. Por ejemplo, aprovechando la remodelación de la estación de autobuses de Albacete, se va a integrar el sistema Navilens con el que a través de códigos QR todos los usuarios tendrán la información solicitada en su teléfono móvil. Se trata de un sistema validado por la ONCE. 

Esta misma tecnología la ha utilizado la empresa cárnica El Pozo para sus envases y facilitar de esta manera el acceso a la información de las etiquetas. El consumidor solo debe acercar la cámara de su teléfono al paquete sin necesidad de enfocar y recibirá los datos. La empresa va incorporando poco a poco estos códigos a sus diferentes productos. 

Código de envases 'El Pozo'.

Los códigos QR también se emplean en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo. Un total de 77 obras pictóricas cuentan con un código QR que funciona a modo de audioguía a los visitantes. 

En cuanto a las dificultades para comunicarse, la ONCE ha presentado recientemente una app en desarrollo para personas con sordoceguera a través de un comunicador táctil. La persona podrá realizar trazado de símbolos sobre la pantalla táctil de su dispositivo móvil, escribiendo con el teclado virtual en la pantalla o a través del teclado de la línea braille, según si tiene incapacidad visual total o parcial. Y el dispositivo trasladará el mensaje al receptor quien, a su vez, podrá enviar otra nota que se convertirá en voz o símbolos. 

¿Qué pasa con la voz?

Existen dispositivos capaces de transmitir por voz el mensaje del usuario con incapacidad para hablar. Sin embargo, la mayoría de las voces parece que son de robot. Y para personalizar cada una de ellas, Xiaomi ha desarrollado el proyecto Own My Voice. Una vez elegida por el usuario, será la tecnología Text-to-speech la que genere el sonido final con la entonación y ritmos adecuados.