El mundo de la educación está cambiando de manera radical desde hace unos años, sobre todo, desde la primavera de 2020, cuando las clases tuvieron que continuar a través de un ordenador o tablet por no poder impartirse de manera presencial.  

Además, al entrar en el aula de un colegio ya no se ve una pizarra. Ahora, de la pared están colgadas pantallas táctiles con las que trabajan alumnos y profesores para ver presentaciones de power point, vídeos, sus propios trabajos, etc. Atrás quedan las tizas y borradores que llenaban el espacio de polvo y dejaban las manos ásperas. 

Deephub facilita la interacción de los usuarios.

Y modelos de pantalla hay muchos con diferentes funciones. Uno de ellos es Dahua Deephub, de la empresa Dahua Technology, con el objetivo principal de facilitar la interacción. Se puede emplear a la ve, tanto para alumnos que están presentes, como para aquellos conectados online a la clase. Además, permite trabajar sobre ella a varias personas a la vez. Gracias a su cámara y micrófonos, se pueden realizar videoconferencias de alta calidad; y, a través de la inteligencia artificial, reconoce la voz del interlocutor y lo enfoca. 

Por otro lado, las pantallas son necesarias para utilizar plataformas como Smile and Learn que ya usan más de 3.500 colegios en todo el mundo. Está disponible en siete idiomas y es útil para niños y niñas de entre 3 y 12 años para reforzar lo aprendido en materias como ciencias, matemáticas o lengua a través de juegos, cuentos y vídeos. También se incorporan otras disciplinas, como yoga y programación. En la última versión se incluye la realidad aumentada que relaciona el mundo real con esas asignaturas. Otra ventaja es que es accesible para alumnos con movilidad reducida.  

Un juego de Smile and Learn.

Y enfocado a los profesores se encuentra el proyecto HALO Education, para facilitar la labor de impartir clases de manera presencial o en remoto a través de una pantalla. En ella el docente tiene la posibilidad de compartir contenido y ampliar la información a la vez que enseña. Todo gracias a la función pintaguear, con la que se puede subrayar contenidos destacados. Por otro lado, es posible también realizar vídeos y enviarlos de manera individualizada a los alumnos, a quienes podrá hacer un seguimiento personalizado a través de cuestionarios. 

HALO Education es una herramienta enfocada a los profesores.

Por otro lado, en un futuro, en las clases no solo se verá a estudiantes y profesores. En algunas será posible contar con un ayudante muy especial: un robot. Asus ha presentado una versión mini de Zenbo al que ha llamado Zenbo Junior y que sirve para hablar con los alumnos e interactuar con ellos a través de distintas actividades. De esta manera, se potencian las habilidades de dialéctica y escucha.

El robot Zenbo Junior.

Educación inclusiva

La empresa Microsoft se ha propuesto crear herramientas para la accesibilidad, el aprendizaje personalizado y la inclusión en las aulas. Por ejemplo, para alumnos con necesidades especiales ha desarrollado Microsoft Immersive Reader, un lector inmersivo que permite, por un lado, decodificar el texto para estudiantes con dificultades como la dislexia; y, por otro, mejorar la lectura y comprensión de todos los estudiantes. Se puede acceder al mismo texto en 70 idiomas y leer en voz alta a la vez que se resaltan palabras, se dividen por sílabas o aumentar el tamaño de las letras, entre otras funciones. 

Otra herramienta es OneNote Live Captions, con la que se traduce la lección del docente a la vez que habla y se pueden tomar notas, resaltar palabras y transcribir. Muy útil para aprender un idioma y para aquellos alumnos con problemas de audición. 

Y en este apartado también se encuentra Reading Coach, adecuada para quienes tienen alguna dificultad al leer. Se trata de un modo de lectura que crea ejercicios individualizados en función de las necesidades del estudiante. Así, por ejemplo, al terminar de leer un texto, la herramienta indica al alumno qué palabras le han resultado más difíciles para que aprenda por separado a leerlas con fluidez. 

Gracias a estas herramientas y plataformas, los estudiantes con dificultades tendrán más facilidad para aprender como el resto de compañeros. Y es que según los últimos datos del Ministerio de Educación en España, cerca de 750.000 alumnos durante el curso 2020-2021 recibieron una atención educativa diferente a la ordinaria. Y de ellos, en torno al 30% la obtuvo por necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad o trastorno graves.

¿Y ahora cómo se copia?

Los métodos para copiar un trabajo o en un examen también han cambiado. Para este último caso, hemos pasado de preparar las denominadas chuletas en papeles diminutos pegados al corrector de bolígrafo como si fuese su etiqueta o escribir en el propio lápiz a utilizar auriculares inalámbricos para que alguien de fuera del aula dé las respuestas. Y ahora incluso se utiliza la inteligencia artificial. ¿Cómo? A través de generadores de lenguaje que utilizan esta tecnología, como GPT-3 de OpenAI. Por ejemplo, se le hace una pregunta sobre cualquier tema y esta herramienta ofrece una respuesta que simplemente hay que copiar en un documento como si fuese propia. Y no está considerado plagio, ya que literalmente no se copia de ningún libro ni trabajo anterior. En realidad, se trata de un texto original que crea la herramienta mediante un algoritmo.