El buscador más grande y el que casi todo el mundo emplea es Google, independientemente del navegador que se utilice. Y uno de los temas que más interés despierta es el de la salud, que es la base de nuestra existencia. Así que cuando notamos alguna molestia, lo primero que hacemos, es mirar en Google, para ver si nos aclara el problema. De ahí viene que popularmente se le llame consultar “con el "Dr. Google”.

 Los que más consultan en Google son, estadísticamente, los jóvenes, que son los que menos enfermedades suelen tener, pero, sin embargo, son los que más manejan las nuevas técnicas digitales y los más curiosos. Lo hacen además por problemas que no suelen ser los habituales en las consultas de Atención Primaria. 

RIESGO DE INCOMUNICACIÓN

Entre las ventajas que encontramos al Dr. Google está el anonimato del paciente, hacer preguntas sin límite de cantidad, la posibilidad de hacer consultas a cualquier hora del día e incluso el poder realizarlas desde lugares remotos, donde no hay acceso a las consultas con médico presencial. 

Pero el buscador también tiene sus inconvenientes. Es tan cómodo que puede que el paciente se conforme con lo que ve y no acuda a su médico cuando sea necesario. Significa que se puede dar por satisfecho con un autodiagnóstico equivocado y no consultarlo con su médico. La falta, por tanto, de comunicación con su médico, tanto verbal como gestual no induce a la posibilidad de realizar preguntas ni de exploración física.

 Los médicos estamos divididos en cuanto a recomendar o desaconsejar la consulta en Google, aunque parece ir imponiéndose la postura a favor. Me parece que es algo imparable y que además es bueno. Los facultativos enemigos de este proceder ofrecen sus razones para oponerse y son diversas: que si los pacientes no saben buscar ni interpretar lo que leen, que les puede crear ansiedad, que buscan los remedios por su cuenta, etc. Y algunos se quejan porque cuando el paciente llega a la consulta, “sabe más de su enfermedad que yo”. 

Yo les digo que procuren estar más al día, con lo que no les ocurrirá eso muchas veces, y que cuando el paciente explique con todo detalle y correctamente lo que ha leído en internet y lo que ha deducido de ello, se le debe felicitar. Un paciente no tiene por qué ser menos inteligente que su médico. Ni menos sensato. Le falta la práctica y los conocimientos básicos de Medicina, pero en lo demás, no tiene por qué haber diferencias. Siempre cabe el riesgo de que el que mira en internet se alarme y se ponga más nervioso de lo que debiera. Pero eso también ocurre con el que mira los análisis y ve los asteriscos o el que oye a un amigo decir lo mal que le fue a otro amigo que tenía lo mismo. En internet nadie le dirá que un amigo con eso se murió de ello. 

¿Y LA WIKIPEDIA?

Hace años era grande el riesgo de caer en páginas poco serias, pero con el tiempo esto ha ido cambiando y evolucionando a mejor. 

En cuanto uno busca una enfermedad o unos síntomas, enseguida le aparecen páginas de facultades de Medicina de diversas universidades. Además desde que existe la enciclopedia Wikipedia, tenemos un lugar donde explican los temas con sencillez y sin errores. Yo aconsejo a mis pacientes que cuando entren en Google escriban la pregunta que quieren hacer y a continuación la palabra Wikipedia. Y les hago una demostración en la misma consulta. Todavía no he encontrado un error en la multitud de veces que he consultado a través de ella. 

La búsqueda de un diagnóstico, tras haber conseguido uno que nos satisface, nos lleva a querer conocer el tratamiento. Como el paciente confía más en su médico que en su pericia en interpretar los datos de internet, acudirá a la consulta a que le aclaren la situación. No tiene que tener ningún apuro en contar a su médico sus búsquedas y sus hallazgos. También puede pedirle al médico que le aconseje qué páginas de internet son las más indicadas para consultar problemas médicos. También, una vez que el especialista ha dado su diagnóstico, podemos mirarlo en las webs de internet.

Así, se pueden aclarar dudas y resolver preguntas sobre la enfermedad que no nos hemos atrevido a formular al médico o porque éste ha sido muy parco o poco claro en sus respuestas.

PÁGINAS RECOMENDADAS

Medlineplus

https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/

 Manual Merck del Hogar

http://www.msd731.com/publicaciones/mmerck_hogar/

Atención al ciudadano

https://www.aemps.gob.es/la-aemps/informacion-y-atencion-a-la-ciudadania/

Si quieres participar en ‘El médico en casa’, envía tu consulta a consultoriomedico@ntm.eus

Las webs del Grupo Noticias reproducirán las preguntas de los usuarios junto a las respuestas del doctor Otaduy.