Los servicios secretos de Arabia Saudí advirtieron hace aproximadamente un año a las autoridades alemanas de la peligrosidad del médico Taleb A., detenido por el atentado cometido el viernes en Magdeburgo en el que cinco personas murieron en un atropello masivo en un mercadillo navideño. Según el presidente de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), Holger Munch, la advertencia –que calificó de “abstracta”– fue remitida a la Oficina Regional de lo Criminal (LKA) del estado federado de Sajonia Anhalt, que no vio motivo para actuar.
De otro lado, se ha conocido que ya en 2013 Taleb A. había amenazado con un atentado, en aquella ocasión contra el Colegio de Médicos de Mecklenburgo-Pomerania (este del país) que no le había reconocido parte de su formación.
En una llamada telefónica Taleb A. amenazó con una acción que tendría repercusiones internacionales y mencionó el atentado islamista contra el maratón de Boston, que había sido cometido dos días antes.
Según el Ministerio de Interior de Mecklenburgo-Pomerania la vivienda de Taleb A. fue registrada dos días después pero no se encontraron indicios de que realmente planeara un atentado. Al final todo quedó en una multa por perturbar el orden público con amenazas a la que lo condenó un tribunal de Rostock.
Entre 2011 y 2014 Taleb A. vivió en Stralsund donde hizo su especialización en psiquiatría y allí, tras haber pedido una ayuda económica, amenazó con cometer un acto que tendría repercusión “internacional”. En otra ocasión amenazó con suicidarse.
En 2015 se quejó ante el Ministerio de Interior por la multa a la que había sido condenado en Rostock, calificó al juez de racista y amenazo con conseguir una pistola.
Pese a todo ello –y amenazas proferidas en redes sociales por vengarse contra presuntos planes alemanes de islamizar Europa– Taleb A. no estaba en la mira de los organismos de seguridad. En 2016 Taleb A. obtuvo asilo en Alemania y en el proceso argumentó que por haberse apartado del Islam su vida corría peligro en Arabia Saudí.
El experto en terrorismo Peter Neumann dijo que hay al menos dos explicaciones para que Taleb A. no estuviera en la mira de los organismos de seguridad. La primera es que no respondía a ningún patrón claro. Al ser crítico del Islam nadie lo consideraba como un potencial terrorista islamista y al ser migrante nadie lo consideraba como un potencial terrorista de ultraderecha.
Neumann sugirió incluir un nuevo patrón para detectar peligros terroristas –que ya se introdujo en el Reino Unido durante la pandemia– y que incluye a personas con delirios conspiratorios de cualquier tipo y que no son estables psíquicamente.
Reconstrucción de los hechos
La Fiscalía de Magdeburgo sigue investigando el atropello masivo que costó la vida al menos a cinco personas. Los muertos son un niño de nueve años y cuatro mujeres. Entre los 200 heridos hay heridos graves y no se descarta que la cifra de muertos crezca.
La forma en que se produjeron los hechos ha podido ser reconstruida por la Policía de Magdeburgo. Taleb A., conduciendo un BMW negro, entró en el mercadillo navideño hacia las siete de la tarde aprovechando el único punto en donde no había bolardos para impedir el paso de los coches y el trayecto que estaba pensado como camino para ambulancias y coches de rescate en caso que ocurriera algo en el lugar.
La Policía empezó la persecución y poco después logró detener al agresor. Un agente que participó en la captura dijo a los medios que el presunto responsable prácticamente se había entregado después de arrasar parte del mercadillo y dejar el coche en un estado inservible.