El Consejo de Seguridad de la ONU concluyó el lunes sin avances significativos su reunión de urgencia, solicitada por Rusia, para abordar la situación en Siria tras el derrocamiento del expresidente Bashar al Assad este fin de semana.

"Creo que el Consejo estuvo más o menos unido en cuanto a la necesidad de preservar la integridad territorial y la unidad de Siria, de garantizar la protección de los civiles y de conseguir que la ayuda humanitaria llegue a la población necesitada. Básicamente, eso fue todo", aseguró el embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, en una rueda de prensa posterior a la sesión.

La reunión del Consejo de Seguridad de hoy se ha celebrado a puerta cerrada y en ella han participado el Enviado Especial de la ONU para Siria, Geir O Pedersen, y el Subsecretario General para Operaciones de paz, Jean-Pierre Lacroix.

"Los acontecimientos tomaron por sorpresa a todo el mundo, incluso a los miembros del Consejo. Así que tenemos que esperar y ver, observar y estar a la espera de evolución de la situación", agregó Nebenzia.

El Consejo de Seguridad no ha acordado aún una posición común en cuanto a la solución del conflicto en Siria, que ha girado drásticamente, pero que continúa presentando una gran fragmentación de grupos rebeldes y actores externos vinculados.

"Estábamos hablando de la necesidad de elaborar un documento en el Consejo. No hoy. Nadie estaba preparado para eso hoy. Pero creo que en los próximos días, con suerte, más pronto que tarde, lo veremos", dijo el embajador ruso ante la ONU.

Lo previsible sería que el Consejo de Seguridad reafirme su apuesta y defensa de la Resolución 2254, que el principal organismo de Naciones Unidas sacó adelante a finales de 2015 y en la que se instaba a un proceso político dirigido por el pueblo sirio y facilitado por la ONU para salir de la crisis que ya entonces vivía la república árabe.

Organización terrorista

Por otra parte, tampoco se ha producido el reconocimiento del Consejo de Seguridad a la coalición insurgente islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, por sus siglas en inglés), autoridad de facto actualmente en Damasco tras su fulgurante ofensiva, que en apenas dos semanas acabó con el régimen familiar de los Al Assad.

De hecho, el Consejo de Seguridad de la ONU, al igual que potencias como Estados Unidos, no ha excluido a la coalición islamista HTS de su lista de organizaciones terroristas, que integra por haber estado vinculada a Al Qaeda hasta 2016.

"No vinimos a discutir ese tema, pero es un problema, por supuesto, porque (HTS) está en la lista (de organizaciones terroristas). El Departamento de Estado de EE.UU. reconoce a Al Jolani como líder de HTS y ofrece una recompensa de 10 millones de dólares para quienes puedan ayudar a detenerlo", recordó Nebenzia.

Estado Islámico

El Gobierno de Estados Unidos aseguró el mismo día estar "decidido" a detener al grupo terrorista Estado Islámico, para evitar la "fragmentación" de Siria y la "exportación del extremismo".

Así lo declaró el secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, en una rueda de prensa en la que alertó de que la organización terrorista tratará de aprovechar este periodo que se abre tras la huida del dictador para "restablecer sus capacidades, para crear refugios seguros".

"Este momento representa una oportunidad histórica, pero también entraña riesgos considerables. La historia demuestra lo rápido que los momentos prometedores pueden derivar en conflicto y violencia", advirtió.

"Como demuestran nuestros ataques de precisión del fin de semana, estamos decididos a que eso no ocurra. Y seguiremos protegiendo a nuestro personal frente a cualquier amenaza, venga de donde venga", señaló en alusión a los ataques contra 75 objetivos del grupo yihadista en el centro del país, solo horas después de la toma de la capital siria, Damasco, por las fuerzas opositoras al régimen.

Blinken justificó estas actuaciones de la Fuerza Aérea estadounidense alegando que sus objetivos son "evitar el resurgimiento" de Estado Islámico; "garantizar que cualesquiera armas de destrucción masiva o componentes que queden en Siria no caigan en manos equivocadas"; "evitar la fragmentación de Siria, las migraciones masivas desde" este país, así como "la exportación del terrorismo y el extremismo".

Para ello, indicó, el Gobierno estadounidense está colaborando "estrechamente" con sus socios en Oriente Próximo, "subrayando a todas las partes la necesidad de reducir la tensión y proteger a la población civil". En particular, altos funcionarios del Departamento de Estado están trabajando con sus homólogos de la región para abordar medidas de acompañamiento al pueblo sirio "mientras decide su propio camino al futuro", lo que incluye la prestación de asistencia humanitaria.

Armas químicas

La identificación de armas químicas en territorio sirio es otro de los aspectos en los que la Administración de Joe Biden está trabajando. El objetivo es, según señaló el Pentágono, asegurar que estas armas empleadas por Al Assad contra su población civil no caigan en manos equivocadas.

"Sobre la cuestión de las armas químicas, eso es algo en lo que estamos enfocados. (...) Estamos tratando de asegurarnos de que esas armas químicas no caigan en manos de nadie que quiera usarlas contra civiles, o contra nuestras fuerzas estadounidenses o socios en la región", explicó en una rueda de prensa la portavoz adjunta del Departamento de Defensa estadounidense, Sabrina Singh, sin ofrecer más detalles al respecto.