La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pudo respirar tranquila el miércoles a media tarde: el bloqueo en el Parlamento Europeo para su nuevo equipo de comisarios se resolvía con un acuerdo por escrito y la retirada de los vetos cruzados entre populares y socialdemócratas que durante días amenazaron con hacer descarrilar todo. Y sin embargo ese alivio, que expresaban también públicamente los líderes de los grupos proeuropeos que sellaron la paz tras la tormenta, tiene una esperanza de vida incierta.
El acuerdo para desbloquear la aprobación de los seis vicepresidentes y el comisario designado que seguía en el aire, incluyendo a la española Teresa Ribera, llegó apuntalado por un folio y medio que sus firmantes –los tres partidos más grandes de los cuatro que apoyaron a Von der Leyen en julio para su reelección– han bautizado como “declaración de cooperación de la plataforma”. En esas líneas, populares, socialdemócratas y liberales reiteran su respaldo a las líneas políticas con las que la alemana se ganó su voto a favor en julio y expresan su “compromiso para trabajar juntos con un acuerdo constructivo”.
Queda fuera, eso sí, una referencia que buscaban inicialmente socialdemócratas y liberales para excluir de manera explícita que el Partido Popular Europeo pueda cooperar con partidos fuera de estos tres firmantes, particularmente con ultraconservadores y extrema derecha.
“En un papel se puede poner todo, pero lo que va a demostrar que el Partido Popular asume la responsabilidad de avanzar con la mayoría proeuropea va a ser el día a día”, reconocía ayer la jefa del grupo socialdemócrata, Iratxe García, que ha encontrado en su propio grupo resistencia a firmar un texto que los más críticos consideran demasiado ambiguo teniendo en cuenta que se propuso para que incluyera cesiones populares a los socialdemócratas.
Fuentes del PPE reconocen la vaguedad del texto pero insisten en que deben poder mantener sus opciones abiertas “sin una coalición vinculante” que les fuerce a trabajar con los partidos que sostienen la mayoría Von der Leyen y que han sacado adelante la inmensa mayoría de la legislación europea en las últimas décadas.
La propia noche del miércoles reflejó la fragilidad del consenso cuando un trámite menor para formalizar lo pactado –la aprobación de Ribera y el resto– quedó bloqueado durante más de cuatro horas por la insistencia popular en que a la carta de recomendación de la española se le añadieran referencias previamente no acordadas a su gestión de la dana y su eventual dimisión de resultar encausada. Finalmente, el reclamo quedó relegado en un anexo no vinculante a la carta de recomendación en forma de “opinión minoritaria”. Dentro de la mayoría de Von der Leyen pero fuera de este pacto se han quedado los Verdes, cuyo voto a favor de la alemana fue clave para contrarrestar las deserciones dentro de los grandes grupos y asegurar que su candidatura prosperase en julio.
Inestabilidad
“Tras las elecciones (europeas) de junio advertimos de que sólo hay una mayoría posible, la que votó a Von der Leyen en julio. Para la Comisión en su conjunto, hemos perdido a esa mayoría. Ha quedado claro lo inestable que es. Una mala semana para la democracia europea”, decía el presidente de los Verdes, Bas Eickhout.
El inicio de la legislatura quedará encaminado el próximo miércoles en Estrasburgo, con un voto al conjunto de la Comisión Europea que saldrá adelante con una mayoría previsiblemente más conservadora que la que aprobó a Von der Leyen en julio. Los Verdes, que en verano dieron su sí, decidirán qué hacer el próximo lunes, pero se sienten decepcionados.
En paralelo, los Conservadores y Reformistas, que en julio rechazaron a Von der Leyen, votarán sí a un colegio de comisarios que incluirá a uno de los suyos como vicepresidente. En el aire para los próximos cinco años quedan dos grandes cuestiones: cómo reaccionarán socialdemócratas y liberales si los populares siguen recurriendo a su mayoría con la extrema derecha y, en el caso de una ruptura, si los populares pueden fiarse de sus socios ultras.
El apunte
l Meloni. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, considera que la confirmación de su ministro Raffaele Fitto como vicepresidente ejecutivo de la nueva Comisión Europea (CE) es “una victoria de todos los italianos” que devuelve el país a la “centralidad” de Europa. “Este importante cargo otorgado al Comisario designado por Italia es una victoria de todos los italianos, no del Gobierno ni de una fuerza política”, dijo Meloni después de semana y media de vetos que habían mantenido en suspenso su confirmación.