El Frente Polisario ha condenado este jueves "las falacias" del rey de Marruecos, Mohamed VI, que aseguró en la víspera que el referéndum sobre la soberanía de Sáhara Occidental es "inaplicable", alegando que Rabat "teme lo que dirá el pueblo saharaui".

"El Gobierno saharaui ha confirmado que lo expuesto en el discurso del rey de Marruecos no puede desvirtuar hechos históricos y jurídicos establecidos sobre la cuestión saharaui como cuestión de descolonización. (...) El ejercicio del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui no puede ser confiscado bajo ninguna circunstancia", reza un comunicado.

Además de mostrar su rechazo al discurso con motivo del 49º aniversario de la Marcha Verde, ha sostenido que "repite el mismo disco rayado que siempre ha hecho el régimen marroquí con el objetivo de distraer su opinión interna de la profunda crisis estructural que padece y cada día se agrava más", según recoge la agencia de noticias SPS.

"Toda la comunidad internacional es testigo de la obstrucción por parte del régimen de ocupación marroquí de todas las etapas de la implementación del plan de arreglo africano de la ONU, su posterior rechazo del referéndum de autodeterminación y su participación en intentos desesperados de aprobar algunas soluciones cuestionable que ya estaban muertas, simplemente porque tema lo que dirá el pueblo saharaui", ha señalado.

Apoyo a Marruecos

La antigua colonia del Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 pese a la resistencia del Frente Polisario, con quien se mantuvo en guerra hasta 1991, cuando ambas partes firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación. Las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.

El último revés para el pueblo saharaui fue el apoyo de los gobiernos español y francés al plan de autonomía marroquí, un cambio de postura calificado de traición por el Frente Polisario, que recuerda además que el Estado es aún 'de iure' la potencia administradora del Sáhara Occidental.