Al menos 17 palestinos, entre ellos al menos nueve niños, murieron ayer a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra una escuela en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, que acoge a desplazados a causa de la ofensiva israelí contra el enclave.

La oficina de prensa de las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, denunciaron que Israel cometió “una brutal masacre” al bombardear la escuela Shuhada al Nuseirat, suceso que dejó además más de 50 heridos y un número no determinado de desaparecidos, por lo que el balance de fallecidos podía aumentar.

“El Ejército de ocupación sabía que en la escuela había miles de desplazados y que la mayoría de ellos son niños y mujeres que huyeron de sus hogares tras los bombardeos contra barrios residenciales”, señaló en un comunicado en su cuenta en Telegram, en el que afirmaba que las tropas israelíes han atacado 196 “refugios y centros para desplazados” desde el inicio de la “guerra genocida contra el pueblo palestino” en Gaza.

Asimismo, recalcó que “este nuevo crimen se une al plan de la ocupación israelí para hacer colapsar el sistema sanitario en la Franja de Gaza, destruyendo hospitales, dejándolos fuera de servicios e impidiendo la entrada de medicinas y suministros médicos”. “Esto significa que hay un plan para liquidar a más de 2.444.000 palestinos en la Franja de Gaza”, argumentó.

Por ello, reclamó “a todos los países del mundo” que “condenen los crímenes contra desplazados, civiles, niños y mujeres” y responsabilizó de la “limpieza étnica” y “guerra de exterminio” a Israel, Estados Unidos y todos los países que apoyan a las autoridades israelíes. “Pedimos a la comunidad internacional y a las agencias de Naciones Unidas que presionen por todos los medios a la ocupación israelí para que detenga su genocidio y el derramamiento de sangre en la Franja de Gaza”, indicó la oficina de prensa de las autoridades gazatíes.

Hamás condenó el “bombardeo criminal” contra la escuela y reiteró que “estaba repleta de desplazados”. “El enemigo sionista insiste en cometer horribles masacres contra civiles indefensos en refugios y centros para desplazados ante el silencio internacional y ante el continuado apoyo a los planes de exterminio y desplazamiento contra el pueblo palestino”, según recogía el diario Filastin, vinculado al grupo islamista.

Centro de mando de hamás

Tras el bombardeo, el Ejército israelí afirmó haber atacado un “centro de mando y control” de Hamás en las instalaciones, acusación planteada en decenas de ataques contra escuelas y otras infraestructuras civiles en Gaza.

Así, el Ejército de Israel indicó que “el centro de mando y control se encontraba en una zona usada previamente como una escuela en Nuseirat” y afirmó que “era usado por terroristas de Hamás para planificar y ejecutar operaciones terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Estado de Israel”. “Las FDI hacen todos los esfuerzos posibles para evitar daños a los que no están implicados”, dijo, antes de abundar en que “dio muchos pasos” antes del bombardeo para “reducir las posibilidades de dañar a civiles”, en medio de las denuncias sobre la cifra de víctimas civiles y enorme destrucción en el enclave palestino.

“Hamás viola de forma sistemática el Derecho Internacional y explota brutalmente las instituciones civiles y a la población como escudos humanos para sus actos terroristas. Seguiremos actuando con fuerza y determinación contra las organizaciones terroristas”, ha zanjado a través de un comunicado.

Las autoridades gazatíes han denunciado más de 42.800 muertos, a los que se suman cerca de 750 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.