La Unión Cristianodemócrata (CDU) dijo ayer que considera suyo el encargo de formar gobierno en dos estados federados del este alemán, donde se impuso en los comicios del domingo por escaso margen a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Sajonia y quedó en segundo lugar en Turingia, más de nueve puntos por detrás de la formación de extrema derecha.

En una rueda de prensa para analizar los resultados, el líder de la CDU, Friedrich Merz, afirmo que su formación es “el último baluarte del centro democrático contra el populismo de extrema derecha” en el país y agregó que reconocerlo debería ser hoy un poco más fácil incluso para aquellos algo más alejados de la política de su partido. “Pero este papel lo asumimos y estamos firmemente decididos también a seguir desempeñándolo”, añadió.

Merz agregó que la jornada electoral del domingo, en la que por primera vez en la historia de la República Federal de Alemania un partido confirmado como de extrema derecha resulta elegido como primera fuerza en unos comicios, es un resultado que inquieta y preocupa y obliga a la reflexión.

Al mismo tiempo celebró que la CDU mantuviera el primer puesto en Sajonia con Michael Kretschmer, el actual jefe de Gobierno, y el “muy buen resultado” obtenido en Turingia con su candidato, Mario Voigt, en “circunstancias extraordinariamente difíciles, en particular debido a la política federal”, agregó.

En este sentido destacó que tanto la AfD como la Liga Sahra Wagenknecht (BSW), formación de reciente creación en torno a Wagenknecht, diputada proveniente de La Izquierda, que quedó tercera en ambos estados federados, dieron prioridad a cuestiones de política federal.

Según Merz, ambos partidos lograron su éxito electoral a costa de los tres partidos del gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz –socialdemócratas, verdes y liberales– que, añadió, experimentaron ayer un “fiasco total”.

Como uno de los “problemas sin resolver” del actual Gobierno alemán que influyeron de manera particular en estos comicios, el líder conservador se refirió a “la presión incontrolada de la inmigración”.

Merz instó a la coalición liderada por Scholz a corregir su política en sus fundamentos, sobre todo en materia de inmigración.

Conversaciones difíciles y lentas

Kretschmer, por su parte, señaló que para Sajonia estas elecciones significan “la oportunidad de un gobierno estable” que, reconoció, no será fácil ni rápido. Agregó que entablará conversaciones con todas las fuerzas políticas y recordó que su formación ya dejó muy claro antes de las elecciones que la cooperación con AfD, que “asumirá un papel de oposición”, no es posible.

En cuanto a La Izquierda, recordó que existe un resolución de incompatibilidad, que excluye para la CDU cualquier coalición con esa formación y que por tanto se refiere a una participación en el gobierno y a una cooperación estructural, pero no a un diálogo. “Aspiramos a un gobierno dirigido por la CDU y, por supuesto, sondearemos ahora qué opciones son viables en estas difíciles condiciones”, dijo Voigt, por su parte, después de que su formación quedara segunda con el 23,6% de los votos en Turingia, por detrás del 32,8% de AfD.

Anunció que el primer contacto lo tendrán con los socialdemócratas y a continuación con BSW y otras formaciones, con el fin de hallar una solución viable, y que una cooperación con AfD queda descartada.

Los resultados en Turingia convierten a la CDU en “la fuerza más fuerte del centro político”, subrayó, y aseguró que gestionará con responsabilidad la confianza depositada en su formación para lograr en ese estado federado un gobierno estable.

Ante este rechazo, la copresidenta de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), Alice Weidel, aseguró que los electores dieron a su partido un claro mandato para formar parte del Gobierno y calificó de “antidemocrático” el cordón sanitario tendido contra la agrupación.

En corto

Scholz

“Amargos resultados”. El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó ayer de “amargos” los resultados electorales en Turingia y Sajonia, en los que la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) tuvo un gran repunte mientras que los partidos de la coalición de Gobierno en Berlín sufrieron una debacle. “Los resultados de la AfD en Sajonia y Turingia son amargos y preocupan. Eso es algo a lo que no se puede acostumbrar nuestro país. La AfD le hace daño a Alemania, perjudica a la economía, escinde la sociedad y arruina la reputación de nuestro país”, dijo Scholz. Algunas encuestas previas a las elecciones mostraban al SPD también fuera de los parlamentos lo que sin embargo logró evitarse. “Aunque los resultados son amargos también para nosotros la lucha valió la pena porque los peores pronósticos sobre el SPD no se cumplieron”, dijo Scholz.