El representante de Irán ante la ONU, Amir Saed Irwani, ha afirmado que Teherán "no tiene nada que ver" con el ataque con un dron suicida lanzado por presuntas milicias proiraníes en Jordania, cerca de la frontera con Siria, que se ha saldado con tres militares muertos y 34 heridos.

"Irán no tiene nada que ver con estos ataques. El conflicto es entre Estados Unidos y los grupos de resistencia de la región, que van y vienen el uno contra el otro", en referencia a los numerosos ataques en represalia de las últimas semanas, tal y como ha manifestado el diplomático en declaraciones a la agencia de noticias iraní IRNA.

Washington ha especificado que el ataque se produjo en la base de apoyo logístico ubicada en la Torre 22 de la Red de Defensa de Jordania, donde hay aproximadamente 350 efectivos del Ejército desplegados, llevando a cabo una serie de funciones de "apoyo clave", incluido el apoyo a la coalición para la "derrota duradera" de Estado Islámico.

Sin embargo, las autoridades jordanas han asegurado que el ataque se produjo en suelo sirio, en la base estadounidense de Al Tanf (a escasos 20 kilómetros de la Torre 22), y no en territorio jordano. Resistencia Islámica ha confirmado ataques contra varias bases en Siria, incluida Al Tanf, y contra instalaciones navales de Zevelun, cerca de Haifa, en Israel, "en respuesta a las masacres cometidas por la entidad sionista (Israel) contra nuestro pueblo en Gaza".

EE.UU. promete responder

Este es el primer ataque en el que mueren militares estadounidenses en Oriente Próximo desde el inicio de la actual escalada del conflicto en la Franja de Gaza. Sin embargo, son relativamente frecuentes los ataques contra bases estadounidenses en Siria e Irak y desde el 17 de octubre se ha informado de 158 incidentes, ninguno de ellos grave, ya que este tipo de instalaciones estadounidenses suelen tener defensas antiaéreas.

Estados Unidos atribuye el ataque a milicias financiadas por Irán, y en un comunicado Joe Biden ha asegurado que esta acción no quedará sin

respuesta.