En las últimas semanas las miradas del mundo están puestas –como ya ocurriera con Siria desde 2011 o con Ucrania desde el año pasado– en la Franja de Gaza. Y es que todos los medios de comunicación de uno y otro lado del globo se han hecho eco de que ha transcurrido ya más de un mes del inicio de la guerra. Pero, ¿de dónde viene todo esto?

1947, la partición

La corresponsal María García ha estado varios años en Cisjordania, aunque ahora se encuentra fuera del país. Nos ha contado algunas de las claves de esta guerra, aunque para entenderla tenemos que viajar en el tiempo al año 1947, cuando la ONU votó la partición de Palestina en dos Estados: uno judío y otro árabe, después de años de tensiones. Esa será la primera de las fechas a tener en cuenta. Y es que un año después, en 1948, David Ben-Gurión proclamaría la independencia de Israel, algo que no cayó bien en la región. “Yo creo que esto empezó un poco mal desde el principio, porque desde el plan de partición, se tuvo como de menos al pueblo palestino, igual por las circunstancias también”, explica García, que señala que desde entonces hasta hoy el pueblo palestino ha estado “enfadado porque nunca se le han reconocido sus derechos”.

1967, la Guerra de los Seis Días

Y de esa mitad del siglo XX pasamos al año 1967, a hace más de cincuenta años. ¿Qué ocurrió entonces? Israel como Estado independiente apenas alcanzaba los veinte años de vida, y tal y como recuerdan desde la ONU, en la guerra que siguió en 1948 con los Estados árabes vecinos ocupó el 77% del territorio que había tenido Palestina bajo el Mandato Británico, incluida la mayor parte de Jerusalén. “Más de la mitad de la población árabe palestina fue expulsada o huyó del territorio del nuevo Estado. El resto del territorio asignado al Estado árabe por la resolución 181 quedó bajo el control de Jordania y Egipto. En la guerra de 1967, Israel ocupó esos territorios (la Franja de Gaza y la Ribera Occidental), incluida Jerusalén Oriental, que posteriormente anexionó”. Seis años más tarde, en 1973, se produciría la conocida como guerra del Yom Kipur, de la que este mes de octubre se han cumplido cincuenta años. En ella, y coincidiendo con el Yom Kipur o día de expiación judío, Israel sufrió un ataque combinado de las fuerzas de Egipto y Siria por dos frentes distintos, desatándose una guerra más larga que la del 67 –que duró apenas seis días–.

1987, primera intifada

Desde entonces, se han producido dos intifadas, definidas estas por la RAE como “insurrección popular palestina protagonizada por los jóvenes frente a las fuerzas israelíes de ocupación”. El origen de este alzamiento fue, recuerdan desde Newtral, un suceso que marcaría un antes y un después. Un camión israelí se estrelló contra una camioneta que transportaba a varios trabajadores palestinos de un campo de refugiados en Gaza, un accidente que se saldó con cuatro muertos. “Para los palestinos fue un acto deliberado, lo que provocó un levantamiento popular”, señalan en ese sentido, al tiempo que recuerdan que ese mismo año nació Hamás. Unos años más tarde, en el año 2000, llegaría la segunda intifada.

2014, ‘Viernes negro’

En el año 2014, por su parte, se produjo el que pasaría a conocerse como viernes negro. Pero, ¿qué sucedió? Tal y como recuerdan desde Amnistía Internacional, organización que asegura que en esos días “se produjeron crímenes de guerra”, la noticia de la captura del militar Goldin por combatientes de Hamás provocó que las autoridades israelíes aplicaran de inmediato la conocida como Directiva Hannibal, “diseñada para responder a la captura de militares con bombardeos masivos en la zona del suceso y sin considerar el riesgo para la población civil ni para la propia persona capturada. La artillería y la fuerza aérea lanzaron un millar de proyectiles en solo tres horas, y más de 2.000 a lo largo del día, gran parte de ellos en zonas habitadas”, señalan, en una jornada que –afirman– se cobró 135 vidas de civiles.

2023, en la actualidad

En este último mes también se han sucedido las informaciones llegadas desde Oriente Medio. En estos días, más de 11.000 muertos, rehenes, bombardeos de edificios y hospitales, y una catástrofe humanitaria sin precedentes son algunas de las principales claves de lo que está ocurriendo en uno y otro lado. Y ahora, ¿cuál es el futuro? García no lo tiene claro. “Lo veo un poco negro. En el pasado, cuando estaba allí, siempre había un momento como de esperanza. Ahora sí noto a mucha gente queriendo saber, muchísimas manifestaciones, e incluso en la UE líderes que no están todos de acuerdo. Esto antes no pasaba”, reconoce eso sí. Pero sobre el terreno ve “difícil” que se cumplan los tratados de Oslo del 93, diseñados para ofrecer una solución permanente en el conflicto palestino-israelí.

El apunte

  • Prensa. En estos momentos muchos reporteros que se encuentran destinados en Israel no pueden acudir a la franja de Gaza para cubrir lo que está sucediendo. Tal y como cuenta María García, “cuando estaba allí había una especie de sensación de que el periodista era el enemigo”. Según explicaba asimismo el fotógrafo y reportero Gervasio Sánchez, “Israel impide el trabajo de la prensa dentro de Gaza porque lo que está ocurriendo es gravísimo. Hay más de 30 periodistas palestinos asesinados”.