El ejército ucraniano intenta progresar en la región de Jersón para forzar la retirada rusa de la margen izquierda del río Dniéper, mientras resiste el pulso ruso en el frente este, donde las tropas rivales llevan semanas atacando sin pausa.
“La noticia El mando de la agrupación Dniéper ha tomado la decisión de reagrupar las tropas a posiciones más ventajosas al este del Dniéper se anula por errónea”, fue el mensaje difundido ayer por las agencias rusas que causó un auténtico revuelo en el espacio informativo.
Poco antes, los principales medios rusos habían citado al Ministerio de Defensa a informar sobre un repliegue de las fuerzas rusas de Jersón, coincidiendo con el aniversario de su anterior retirada de la zona, para trasladarlas a otros sectores.
Defensa no tardó en sacar su propio comunicado en el que tachó de “provocación” las noticias publicadas por medios oficiales sobre el repliegue de las tropas en el Dniéper debido al avance ucraniano en la región de Jersón.
Más tarde, la agencia RIA Nóvosti explicó que la noticia la recibió de una cuenta falsa del Ministerio que, presuntamente, es administrada desde Ucrania.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a comentar dichas informaciones y recomendó dirigirse a Defensa.
Situación en el terreno
Y es que el ejército ucraniano ha logrado crear varias cabezas de playa en la parte izquierda del Dniéper, lo que incluiría el despliegue de tropas y blindados y la toma de alguna pequeña localidad. Según informó el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), efectivos ucranianos se han adentrado unos tres o cuatro kilómetros en la margen izquierda del Dniéper.
El ISW considera que los combates defensivos y ofensivos que el Ejército ruso libra en otros sectores podrían limitar su capacidad de desplazar refuerzos al sur de la región de Jersón, la antesala de la anexionada península de Crimea.