“Ni Israel ni todos los países de la región gozarán de paz y seguridad” si no se establece un Estado palestino independiente, dijeron ayer los 57 países árabes y de mayoría musulmana que participaron en la cumbre de Riad para abordar la guerra en Gaza y sus repercusiones.

“Afirmamos que ni Israel ni ninguno de los países de la región gozarán de seguridad y paz sin que gocen de ello los palestinos y recuperen todos sus derechos saqueados”, indica la resolución final de la cumbre, a la que acudieron decenas de jefes de Estado del orbe islámico.

El documento, distribuido a la prensa, también estipula la convocatoria de una conferencia internacional de paz “con la mayor brevedad posible” para lanzar un proceso “creíble y en base a la ley internacional” para poner fin a “la ocupación israelí del territorio palestino”.

Los 57 países árabes y musulmanes también responsabilizaron al estado judío de “la continuidad del conflicto y de su agravamiento”, y consideraron la ocupación de Israel de los territorios palestinos “una amenaza para la seguridad y a la estabilidad regional e internacional”.

Exigieron que se permita la entrada de ayuda humanitaria a grandes cantidades a Gaza, mientras que calificaron de crimen de guerra el “castigo colectivo” contra todos los gazatíes, así como el corte de suministro eléctrico y de agua potable o el bloqueo impuesto desde hace 16 años en la Franja.

Rechazaron que la guerra iniciada tras el ataque del grupo islamista Hamás, que dejó 1.200 muertos en Israel el 7 de octubre, sea calificada como un ejercicio de “autodefensa” o “justificada bajo cualquier pretexto”. Más de 11.000 palestinos han muerto en la operación de represalia lanzada por Israel tras el ataque de Hamás.

Por ello, pidieron a todos los países que “dejen de exportar armas” a Israel, mientras que urgieron al fiscal general de la Corte Penal Internacional que “cumpla con la investigación de los crímenes de guerra y de lesa humanidad que comete” el Estado judío no sólo en Gaza sino “en todo el territorio ocupado”.

“Doble moral” de Occidente

En este sentido, deploraron la “doble moral” de Occidente a la hora de aplicar el derecho internacional, y advirtieron que “este doble rasero socava gravemente la credibilidad de los países que defienden a Israel por encima de la ley”.

También denunciaron el “asesinato de periodistas, niños, mujeres” y del personal médico en la guerra de Gaza, al tiempo que condenaron el uso por parte de Israel de fósforo blanco en la Franja y en el sur del Líbano, y pidieron a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas que investigue al Estado judío.

El documento también recoge la necesidad de poner en libertad a todos los prisioneros palestinos en Israel, al tiempo que afirmó que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) es el “único representante legal” del pueblo palestino y pidió que todas las facciones se “unifiquen bajo su paraguas”.

La cumbre árabe-islámica también manifestó la preocupación de los países de Oriente Medio por una posible expansión de la guerra de Gaza, que podría socavar la estabilidad de la región.

En una línea parecida, el comisionado general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, Philippe Lazzarini, pidió en Riad un acuerdo para exigir que se autorice la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y ha emplazado a los dirigentes árabes y musulmanes a lanzar “acciones más potentes”.

“Estoy seguro de que muchos de ustedes pueden influir para que haya acciones concretas. No hay que escatimar esfuerzos”, ha planteado Lazzarini. En concreto ha pedido abrir más pasos fronterizos aparte del de Rafá y más financiación para sus operaciones para apoyar a los desplazados y refugiados palestinos. “Somos la última línea de vida”, resaltó.