“Con alma y sangre nos sacrificaremos por ti, Palestina” o “Sinaí no es la alternativa, la alternativa es que Israel caiga”. Así, millones de egipcios gritaron ayer de rabia en una rara movilización para rechazar el desplazamiento de los palestinos, que podrían ser empujados a la península del Sinaí por la guerra con Israel.

Bajo un sol abrasador y tras un rezo colectivo, comenzó lo que se denominó El viernes de Viva Egipto donde el rostro del presidente egipcio, Abdelfatal al Sisi, se entremezcló con las banderas palestinas y los carteles de “salvar Gaza” en una de las vías principales del distrito de Nasr City, en El Cairo, y junto al monumento al Soldado Desconocido. La elección de este sitio no fue al azar. Este monumento conmemora la guerra del Yom Kipur de 1973 y la recuperación del Sinaí por Egipto tras la ocupación israelí, y está erigido justo delante de la grada donde fue asesinado el presidente egipcio Moáamed Anuar al Sadat durante el desfile del 6 de octubre. Él fue el signatario del acuerdo de paz de 1979 con Israel.

¿Dónde está el “ejército árabe”?

Durante la protesta, que fue convocada por la iniciativa gubernamental Diálogo Nacional -que reúne partidos políticos, sindicatos, oposición, gremios empresariales y otros actores públicos-, se corearon otros eslóganes en árabe, como uno en el que se preguntaba la gente “¿dónde está el ejército árabe? u otro en el que directamente decían: “que te jodan, Israel”.

Ante el alarde de rimas en consonante, salía la ira contenida de los egipcios, como la de Yihad Mahmud, una joven de 24 años que dijo que acudió a la manifestación para “apoyar la causa palestina y contra todo lo que está pasando en Gaza por parte de Israel”, así como para darle el “beneplácito a Al Sisi”. Pero la joven tiene clara una cosa: “si la decisión fuera nuestra, iríamos a luchar con ellos”, en referencia a los palestinos.

Para Dina al Masri, mitad palestina y egipcia, el acudir a esta manifestación es diferente a lo que parece para el resto. “He venido a ver cómo es. Todo esto es una tontería”, afirmó tajante. Pero lo dijo por una razón: “Nada va a ocurrir. Sólo (Benjamín) Netanyahu y el presidente estadounidense pueden dar las órdenes y que todo se haga realidad”.