El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, calificó ayer de “masacre” los intensos bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza durante una reunión extraordinaria a nivel de ministros de Exteriores para abordar el desarrollo de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás.

En su intervención, Abulgueit afirmó que las “operaciones de represalia llevadas a cabo y preparadas por las fuerzas de ocupación israelíes no traerán estabilidad” sino que provocarán “más ciclos de violencia y sangre”. Asimismo, mostró su rechazo contra “los castigos colectivos que practican contra los residentes de Gaza” y compartió su solidaridad con el pueblo palestino ante la “masacre que debe detenerse de inmediato y condenarse en los términos más enérgicos”.

“Hay serias posibilidades de que la situación se deteriore y se amplíe el alcance de los enfrentamientos, posibilidades que espero no se materialicen porque podrían empujar a toda la región a una situación desconocida”, afirmó, preocupado por la escalada de violencia contra la Franja de Gaza desde el inicio del conflicto el pasado sábado.

Por ello, en este “peligroso momento”, exigió que “todos ejerzan el máximo control y consideren las consecuencias” y reclamó el “alto el fuego inmediato y el fin de esta peligrosa escalada” para evitar “caer en algo más peligroso, que expone la estabilidad de toda la región a una grave amenaza”.

En su discurso, el secretario de la Liga Árabe apuntó que la situación actual es “consecuencia de años de vulneración de los derechos de los palestinos” tanto en Cisjordania como en Gaza y por la creación de “un régimen de ocupación que en realidad se base (...) en el sistema de apartheid y la eliminación de la solución de los dos Estados a través de asentamientos continuos y la anexión de tierras”.

Abulgueit insistió en desarrollar la propuesta de los países árabes de aplicar la fórmula de dos Estados para alcanzar la “paz y estabilidad en la región” y poner “fin a la ocupación y establecer un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital”.

Hospitales colapsados

En este contexto, los hospitales de la Franja de Gaza están al borde del colapso en medio de un corte eléctrico general que se suma a la escasez de insumos y personal médicos, comprometiendo la atención de los más de 5.000 heridos en el enclave palestino, que vive el quinto día de guerra entre Hamás e Israel. “Nuestra capacidad está al límite y sólo podemos intentar mantener las vidas de los heridos”, señaló a Efe el doctor Medhat Abás, portavoz del Complejo Médico Al Shifa, el hospital más grande de la ciudad de Gaza.

Desde que Hamás sorprendió a Israel el sábado pasado con un ataque sin precedentes por tierra, aire y mar, el Ejército israelí ha contraatacado con incesantes bombardeos sobre 2.687 objetivos, muchos de ellos estructuras milicianas, pero también viviendas, mezquitas y otras instalaciones civiles.

Los proyectiles israelíes han dañado gravemente los aparatos que suministraban electricidad desde Israel, afectando las redes en numerosas provincias. Además, varias ambulancias han quedado inservibles y personal médico ha muerto por los ataques. Por ello, el Ministerio de Sanidad palestino pidió a la comunidad internacional que ejerza presión sobre Israel para permitir la entrada de combustibles esenciales y suministros médicos.

ONU: Mueren once de sus trabajadores

  • Último balance. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) confirmó ayer que once de sus trabajadores han muerto en los últimos días víctimas de los bombardeos perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel sobre la Franja de Gaza, “algunos de ellos en sus casas junto a sus familias”. Una responsable de la organización, Jenifer Austin, actualizó este balance, en un comunicado en el que daba cuenta del fallecimiento de cinco profesores de escuelas de la UNRWA, en las que ahora se refugian decenas de miles personas que han tenido que abandonar sus hogares.