El Consejo de Paz y Seguridad (PSC) de la Unión Africana (UA) ha rechazado una intervención militar para restablecer el orden constitucional en Níger, confirmó este jueves a EFE una fuente diplomática.

"El PSC decidió una solución no militar y no punitiva a la crisis en Níger" en una disputada reunión celebrada este lunes en Adís Abeba, dijo a EFE la citada fuente, que quiso mantener el anonimato.

Es la primera vez que la UA se opone de manera tan clara al uso de la fuerza en Níger desde que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) puso sobre la mesa esa posibilidad el pasado 30 de julio, durante una reunión extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno de los países del bloque.

"(El PSC) también instó a la Cedeao a comprometerse constructivamente con las iniciativas diplomáticas y a encontrar una solución no militar", añadió el diplomático.

Según esta fuente y siguiendo el procedimiento habitual en estos casos, el PSC acordó la suspensión de Níger de todas las actividades de la UA hasta el restablecimiento del orden constitucional en el país.

Asimismo, la organización panafricana decidió crear un comité 'ad hoc' al nivel de los jefes de Estado de los países miembros e incluyendo a todos los bloques regionales para buscar esa solución por la vía del diálogo.

"El comité trabajará para persuadir a los líderes de la junta de Níger para llevarlos a la vía diplomática y que se comprometan con una resolución pacífica de la crisis", señaló el diplomático.

Por otro lado, el PSC acordó enviar una "severa advertencia" a los golpistas para "garantizar la seguridad del presidente detenido (Mohamed Bazoum), su familia y los miembros del gabinete", agregó.

Si bien la Cedeao ha asegurado seguir priorizando el diálogo, los líderes del bloque acordaron el pasado día 10 "activar" la "fuerza de reserva" de la organización.

En este sentido, los jefes militares de los países de la Cedeao iniciaron este jueves en la capital de Ghana, Accra, una reunión de dos días para seguir analizando una posible intervención militar en Níger, tras un primer encuentro a principios de agosto.

Hasta el momento, la junta militar nigerina ha hecho caso omiso a las amenazas y, además de nombrar a un nuevo primer ministro y formar un gobierno transitorio, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta "instantánea" y "enérgica".

Las posibles acciones militares han dividido a la región, donde los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal han confirmado de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.

En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países vecinos gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos.

Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde también han rechazado una intervención militar, abogando en su lugar por el diálogo.

El golpe de Estado en Níger estuvo encabezado el pasado 26 de julio por el autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), que anunció la destitución del presidente y la suspensión de las Constitución.

Níger se ha convertido en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022.