Kiev baraja extender la contraofensiva al frente de Jersón para desgastar más a las fuerzas rusas, cuya resistencia hace que los avances sobre el terreno sean más lentos de lo esperado, según admiten fuentes oficiales ucranianas.

Según reveló un portavoz de la Guardia Nacional ucraniana, las fuerzas ucranianas ejercen ahora una creciente presión sobre el enemigo en Jersón para preparar el terreno de cara a futuras acciones ofensivas. Esta región, ubicada al sur del país, está partida en dos por el río Dniéper. Rusia ocupa la orilla oriental y el Gobierno de Kiev controla la margen occidental.

En particular, Ucrania lleva ahora a cabo operaciones de inteligencia y reconocimiento en la zona y lanza ataques en la retaguardia de las fuerzas rusas, agregó el portavoz, citado por la agencia UNIAN.

La Guardia Nacional de Ucrania hizo estas declaraciones poco después de que las autoridades reconocieran que la contraofensiva, lanzada hace un mes y medio, va no tan rápido como se esperaba, debido a la fuerte resistencia rusa.

AVANCES EN EL SUR

Por su parte, el general Oleksander Tarnavski, comandante de las fuerzas ucranianas en el sur del país, afirmó ayer que sus tropas están avanzando y “desplazando sistemáticamente al enemigo de sus posiciones”.

El alto mando militar cifró en un mensaje publicado en su cuenta de Telegram en cerca de 100 las bajas entre las filas rusas. Además, aseguró que fueron destruidos 33 equipos militares del enemigo.

Con todo, el propio Oleksander Tarnavski admitió en una entrevista con la cadena CNN que la contraofensiva no marcha tan bien, como se querría a causa de la preparación de las tropas rusas para los ataques. “Es exitosa (la contraofensiva), pero no tanto como quisiéramos”, indicó y agregó que “los rusos se prepararon bien”.

El mando ucraniano asegura también que sigue manteniendo la iniciativa en los alrededores de Bajmut, donde los rusos “oponen una resistencia bestial”.

RUSIA RECHAZA LOS ATAQUES

Mientras tanto, Rusia sigue sin reconocer los avances de las tropas ucranianas y asegura que continúa repeliendo los ataques enemigos en distintos sectores del frente.

En uno de ellos, doce militares ucranianos a bordo de tres embarcaciones fueron abatidos en las últimas horas en la región ucraniana de Jersón cuando intentaban cruzar el río Dniéper para acceder a la orilla controlada por Rusia, según informó ayer un portavoz de las autoridades locales designado por Moscú.

“Durante las últimas veinticuatro horas (...) se frustró un intento de las Fuerzas Armadas de Ucrania de forzar el río Dniéper cerca del asentamiento de Sofiyivka”, señaló la fuente, citada por la agencia TASS.

Según el representante de los servicios de emergencias de Jersón, durante la noche pasada las fuerzas ucranianas lanzaron 31 proyectiles contra localidades bajo control ruso.

Las localidades afectadas por el fuego de artillería del enemigo son Nueva Kajovka, Kajovka, Radensk y Sagi, añadió.

EL ACUERDO DEL GRANO

En el plano político, a dos días de vencer el plazo de prórroga del acuerdo sobre la exportación de cereales a través del mar Negro, su futuro continúa incierto. Este sábado el asunto fue abordado en una conversación telefónica entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, tal y como informó el Kremlin.

Putin dijo a Ramaphosa que las obligaciones establecidas por el pacto en lo que se refiere a la “eliminación de los obstáculos para la exportación de alimentos y fertilizantes rusos aún no se cumplen”.

Además, “el principal objetivo del acuerdo, el suministro de cereales a los países necesitados, incluidos los del continente africano, no se ha realizado”, agregó ante los medios el presidente ruso.