El signo de la guerra en Ucrania se decide en la batalla de Bajmut, donde las tropas ucranianas han recuperado en unos pocos días parte del territorio perdido durante más de nueve meses de combates por el corazón de Donbás ante la pasividad del Ejército ruso.
“Como ejemplo, en los últimos días nuestras tropas han liberado cerca de 20 kilómetros cuadrados al norte y sur de las afueras de Bajmut”, escribió este martes la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, en su canal de Telegram.
Ante la clara escisión entre la plana mayor el Ejército ruso y los mercenarios de Wagner, los ucranianos han decidido lanzar un contraataque en Bajmut, que se ha convertido en una especie de microcosmos de la guerra en Ucrania.
Mientras, el Ministerio de Defensa ruso admitió que está a la defensiva en las afueras de Bajmut, pero a la ofensiva dentro de la propia ciudad, donde los ucranianos controlan apenas un puñado de terreno en el oeste.
La contraofensiva
La suerte de esta batalla tendrá, en un sentido o en otro, un enorme impacto en la contraofensiva general que Kiev prepara desde hace meses.
“Vosotros estáis escribiendo nuestra más reciente historia. La nueva página de nuestra guerra que comenzó hace tres días, cuando pasamos a la ofensiva”, dijo Oleksandr Syrsky, comandante de las fuerzas terrestres ucranianas a los defensores de Bajmut.
Syrsky arengó en persona a esas tropas durante una visita a la urbe, en la que aseguró que “los wagneritas se sienten ahora como ratas en una ratonera, ya que nuestras fuerzas continúan su ofensiva desde el norte y el sur. Y esos ataques son exitosos”.
“Con vuestras acciones habéis causado estupor en todo el Ejército ruso, ya que los rusos no saben dónde tiene lugar la contraofensiva general, qué ocurre en las inmediaciones de Bajmut, que ellos consideraban suyo y decían que estaba prácticamente rodeado. Y ahora la situación es completamente diferente”, dijo.
“El hecho de que la defensa de Bajmut se prolongue durante varios meses y de que haya avances en ciertos sectores es un reflejo del esfuerzo supremo de nuestros soldados y del gran nivel de profesionalismo del alto mando”, comentó Malyar.
Wagner no ceja en su empeño
Mientras tanto, los hombres del Grupo Wagner continúan avanzando palmo a palmo por las calles de Bajmut, pese a la alarmante escasez de municiones.
“La resistencia es encarnizada. En todo caso, aquí (los ucranianos) combaten como pueden”, comentó Yevgueni Prigozhin, jefe de los Wagner, en un vídeo publicado en Telegram, en el que marca en el mapa las últimas posiciones del enemigo en el oeste y suroeste de la ciudad.
Los wagneritas avanzaron la pasada jornada hasta 220 metros y ocupan ya una superficie de 105.000 metros cuadrados, por lo que los ucranianos controlan sólo 11 de los 48 edificios altos del oeste de Bajmut.
“Bajo el control del enemigo quedan 1,59 kilómetros cuadrados”, añadió Prigozhin.
Bombardeo en Kiev
Entre tanto, Rusia volvió a atacar Kiev por octava vez desde principios del mes de mayo. Según las autoridades locales, fue un ataque “excepcional”, tanto por su magnitud como por su densidad, ya que incluyó el empleo de modernos misiles hipersónicos Kinzhal, misiles de crucero Kalibr y multitud de drones en un corto periodo de tiempo.
Aparte de tres heridos, las fuerzas antiaéreas ucranianas dijeron haber derribado todos los proyectiles lanzados durante la madrugada.
El portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuriy Ignat, destacó la efectividad de los sistemas antiaéreos que protegen la capital ucraniana, después de que éstos interceptaran seis misiles supersónicos Kinzhal al mismo tiempo que derribaban otros cohetes y varios drones.