El líder del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Sudán, general Abdelfatah al Burhan, aseguró hoy que "todo está bajo control", a pesar de que continúan los combates entre las Fuerzas Armadas y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en Jartum y otras zonas del país.

"Todo está bajo control, nadie ha podido entrar a la sede de la Comandancia", afirmó Al Burhan en una entrevista con la cadena de televisión catarí Al Yazira, en la que indicó que el Ejército no ha perdido el control de ninguna de sus bases.

Asimismo, instó a las FAR a "escuchar a la voz de la razón" y a que replieguen a sus unidades, o de lo contrario el Ejército se verá "obligado a traer fuerzas a Jartum desde varias regiones", lo que supondría una nueva y peligrosa escalada en el conflicto.

"Nosotros no hemos empezado ninguna guerra. Fuimos sorprendidos sobre las 9 de la mañana por un ataque de las FAR", aseveró Al Burhan, que indicó que las sucesivas acciones del Ejército contra los paramilitares fueron en respuesta a "la agresión".

El general reconoció que las tensiones se elevaron a niveles máximos durante la noche del viernes, cuando hubo "escaramuzas" en la Ciudad Deportiva, en el sur de Jartum, donde las FAR "acosaron durante la noche" a las unidades del Ejército estacionadas allí.

Tras esos episodios, siempre según la versión de Al Burhan, los paramilitares atacaron varias sedes de las Fuerzas Armadas y "se infiltraron y entraron al aeropuerto", donde "quemaron algunos aviones", indicó, reiterando que todas las instalaciones estratégicas están bajo control de los militares.

La entrevista con el general se interrumpió cuando manifestaba que "nadie prefiere la guerra, pero...", sin que la cadena de televisión indicará a qué se debió el corte.

Despliegue de soldados del ejército sudanés en Jartum. AFP

La Fuerza Aérea sudanesa comenzó este sábado a bombardear posiciones del grupo paramilitar en un intento de repeler la "agresión" de la que calificó como "milicia rebelde", iniciada esta mañana después de que las FAR acusaran al Ejército sudanés de atacar una de sus sedes.

Estos enfrentamientos se producen dos días después de que el Ejército advirtiera de que el país está atravesando una "coyuntura peligrosa" que puede llevar al conflicto armado, después de que se "movilizaran" unidades de las FAR en la capital sudanesa y otras ciudades sin el consentimiento o coordinación de las Fuerzas Armadas.

Esta movilización se produjo en medio de negociaciones para alcanzar un acuerdo político definitivo que ponga fin a la asonada de 2021 y lleve a Sudán a una transición democrática, un pacto cuya firma ha sido pospuesta en dos ocasiones este mes de abril precisamente por las tensiones y rivalidades entre el Ejército y las FAR.