Primero fue Crimea y ayer el Donbás en manos rusas. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, responde a la orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI) con una serie de gestos que Ucrania los califica de entrada como “provocadores”.

Putin efectuó una “visita de trabajo” a la ciudad de Mariúpol, en su primer viaje a Donbás, informó ayer el Kremlin. Según la oficina de prensa de la Presidencia rusa, el mandatario llegó en helicóptero a esa ciudad del sur de la región de Donetsk, a orillas del mar de Azov, que el año pasado fue escenario de encarnizados combates.

Durante la visita, Putin estuvo acompañado por el viceprimer ministro, Marat Jusnulin, que le informó de la marcha de los trabajos de construcción y reconstrucción de Mariúpol y sus alrededores. “En particular, se trató de la construcción de nuevas unidades de viviendas, centros sociales y educativos, infraestructuras e instituciones médicas”, añadió la oficina de prensa del Kremlin.

En las imágenes difundidas por Moscú se ve a Putin conduciendo él mismo un Toyota, con el que recorre varios barrios de la ciudad, acompañado por el viceprimer ministro, Marat Jusnulin.

A continuación aparece visitando unas unidades de viviendas recién construidas, con un parque infantil en el centro, y hablando con un grupo de unos pocos ciudadanos, aparentemente habitantes del lugar. Poco después la Presidencia rusa informó de que Putin se reunió en Rostov del Don, en el sur de Rusia, con el mando de la campaña militar en Ucrania. “El jefe del Estado escuchó los partes del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov, y de otros jefes militares”, añade la nota de prensa.

Un día antes, el pasado sábado, Putin había viajado por sorpresa a la península de Crimea en el noveno aniversario de su anexión por Rusia. El mandatario ruso visitó la Escuela de Arte y el centro infantil a las afueras del puerto de Sebastopol.

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Putin visita por sorpresa Mariúpol en su primer viaje a la Ucrania ocupada NTM

Resolución pacífica

Tras las simbólicas visitas a Crimea y Donbás, Putin ofreció una entrevista al canal ruso Rossiya 1, en la que aseguró que no tenía un deseo particular de iniciar una confrontación con Ucrania y que anticipaba una resolución “pacífica” a las tensiones con Kiev antes del comienzo de años de conflicto armado que desembocaron en la invasión rusa del país.

Putin se remontó a la anexión de Crimea en 2014, uno de los precedentes directos del actual conflicto armado, al aducir que su país “simplemente no podía dar la espalda a la gente de Crimea cuando ya se estaba enfrentando con los nacionalistas”. “Teníamos asumido que seríamos capaces de resolver la situación de manera absolutamente pacífica. Jamás he estado ansioso de desencadenar confrontación alguna”, dijo el líder ruso.

El mandatario reiteró que, en un primer momento, esperaba resolver la situación en Crimea y, por extensión, en las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, por la vía de la negociación. “Pero ahora nos damos cuenta de que nuestros, por entonces, supuestos socios tenían intención de resolver nada por medios pacíficos. Simplemente se dedicaron a bombear armas a Ucrania y a preparar a sus fuerzas para realizar operaciones militares”, añadió.

Sobre su estancia en Mariúpol, tomada por las fuerzas rusas, Putin acusó a las fuerzas ucranianas de ataques contra la población civil. El presidente ruso aseguró, también, que las fuerzas ucranianas han llegado a colocar minas en centros médicos y hospitales de la ciudad antes de abandonar sus posiciones. “Todos los equipos médicos están minados. Así no se comporta la gente normal”, aseveró.

Respuesta ucraniana

Por su parte, las autoridades ucranianas denunciaron el “provocador” viaje de Putin a Mariúpol y acusaron al presidente ruso de viajar aprovechándose de la nocturnidad para ocultar la realidad de una ciudad totalmente destruida por su ejército y para evitar “miradas indiscretas”.

“Como corresponde a un ladrón, Putin visitó la ciudad ucraniana de Mariúpol encubierto en la nocturnidad”, apuntó el ministerio de Defensa, a través de su cuenta en Twitter. Lo hizo, en primer lugar, porque es más seguro y porque además la oscuridad le permitió resaltar “lo que quiere mostrar”, prosigue el tuit, según el cual se mantiene oculta la realidad de una ciudad “completamente destruida” y sin miradas indiscretas de sus pocos supervivientes.