China y Rusia coincidieron ayer en su crítica a la decisión de suministrar a Australia submarinos nucleares en el marco del pacto Aukus suscrito por Australia, Reino Unido y Estados Unidos.

Pekín afirmó que el plan de adquisición y desarrollo de submarinos de propulsión nuclear en el marco del pacto Aukus “solo alimentará una carrera armamentística” y que “dañará la paz y la estabilidad regional”. “El programa de submarinos nucleares del Aukus derrocha mentalidad de Guerra Fría y sólo servirá para alimentar una carrera armamentística, socavar el sistema de no proliferación nuclear internacional y dañar la paz y la estabilidad regional”, afirmó el portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin en rueda de prensa.

Al margen, la Misión China en la ONU criticó que “la ironía del #Aukus es que dos países nucleares que dicen mantener los máximos estándares nucleares están transfiriendo toneladas de uranio enriquecido de nivel armamentístico a un país sin armas nucleares, claramente violando el TNP (Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares)”.

El año pasado, el entonces ministro de Exteriores chino, Wang Yi, criticó la creación de la alianza Aukus y aseguró que va “en contra del espíritu de paz para los países de esa región”.

“El verdadero objetivo de la estrategia de Estados Unidos en el Pacífico es la de establecer una versión de la OTAN. Esta es una región que quiere desarrollo y cooperación, no es el tablero de una partida de ajedrez. China rechaza cualquier intento de crear círculos de influencia”, dijo.

Desde moscú

Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró ayer que la creación del bloque Aukus sienta las bases para una confrontación prolongada en Asia. “Con la creación de bloques como Aukus y el avance de las estructuras de la OTAN hacia Asia, el mundo anglosajón declara que se prepara seriamente para una confrontación de muchos años”, afirmó.

El jefe de la diplomacia rusa puso en duda que “las grandes civilizaciones asiáticas simplemente se pongan a las órdenes como lamentablemente lo hizo la UA” y descartó que “sigan obedientemente las ideas de Washington y otros colegas anglosajones”.

Lavrov señaló que Rusia no intenta “contener a alguien en la realización de sus legítimos intereses”. “Pero cuando se declara la necesidad de subordinar todo el mundo, por ejemplo, a la Alianza Atlántica, y Asia es el territorio donde ésta debe controlarlo todo, no creo que el sentimiento de justicia innato al pueblo ruso y la inmensa mayoría de las civilizaciones permita guardar silencio”, indicó.

Lavrov denunció que Occidente exige “públicamente a todos, incluidos países que representan grandes civilizaciones antiquísimas, que cumplan sus órdenes”. Añadió, además, que ésa es la diferencia con “la civilización occidental, obsesionada con su grandeza y exclusividad, que realmente lucha a muerte para conservar por todos los medios el dominio que se le escapa en el arena mundial”.

Contrapeso en el indopacífico

Los líderes de EEUU, Reino Unido y Australia revelaron el lunes su plan de adquisición y desarrollo de submarinos de propulsión nuclear en el marco del pacto Aukus, visto como un contrapeso a la creciente influencia de China en el Indopacífico. En virtud del acuerdo, Australia comprará a EEUU tres submarinos de propulsión de la clase Virginia durante la década de 2030 y tendrá la opción de adquirir dos más si fuera necesario, lo que llevaría la cifra total a cinco.

Aunque los países firmantes no han mencionado expresamente a China, el pacto está considerado como una alianza para contrarrestar la influencia de Pekín en el Indopacífico, escenario de tensiones en el mar de China Meridional y Taiwán.