Los combates se recrudecieron ayer en la región sureña de Jersón y en Donbás, en el este de Ucrania, donde el Ejército ruso, según Moscú, repelió varios intentos de contraofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas.

Según el vicegobernador de Jersón designado por Rusia, Kiril Stremoúsov, en las cercanías de la región se observaba “una gran cantidad de equipamiento bélico destruido fabricado por diferentes países”. “Desde blindados alemanes hasta australianos. Todo esto ha sido triturado y aniquilado en dirección a Jersón”, afirmó en su canal de Telegram.

El viceministro de información de la anexionada república popular de Donetsk, Daniil Bezsósov, advirtió a su vez de que Ucrania concentraba importantes fuerzas en el frente de Jersón. “Según diversos datos hay alrededor de 40.000 efectivos, algunos dicen que son 60.000. Es difícil decir cuántos son con exactitud. El enemigo está en constante movimiento, las columnas llegan de noche”, dijo Bezsónov en declaraciones a la televisión pública rusa.

En prevención de una ofensiva ucraniana sobre la ciudad de Jersón, que según el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW) podría ser recuperada por Kiev antes de fin de año, el Ejército ruso acumuló reservas en la urbe, situada en la margen derecha del Dniéper. “Estoy seguro de que no nos iremos y de que daremos batalla”, aseguró Bezsónov, que recalcó en estos momentos solo se lleva a cabo la evacuación de civiles de la ciudad hacia la otra orilla del río.

Rusia frena ofensivas

Según el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general Ígor Konashénkov, junto a las localidades de Ischenka y Bruskinske, a unos 70 kilómetros al noreste de la Jersón, las fuerzas rusas desbarataron una ofensiva de dos grupos tácticos ucranianos. “Todos los ataques fueron repelidos y fueron aniquilados 130 militares ucranianos, tres tanques, nueve transportes blindados y otros once vehículos militares”, afirmó en su parte diario.

El portavoz castrense, que no informó de avances sobre el terreno, añadió que las tropas rusas frustraron varios intentos de ofensiva de las fuerzas ucranianas en las regiones de Járkov y Lugansk.

Mientras, el líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, calificó ayer de “débil” la respuesta de Rusia a los ataques ucranianos contra el territorio ruso, como los que se han registrado en los últimos días contra la región fronteriza de Bélgorod. “Estamos respondiendo de una manera débil”, dijo Kadírov, en un audio publicado en su canal de Telegram, en el que llamó a “borrar de la faz de la tierra” ciudades enteras en represalia a los ataques al territorio ruso.

Zelenski y Crimea

Por otro lado, el presidente ucraniano afirmó ayer que la verdadera paz con Rusia será posible solo después de la recuperación de la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. “El potencial de agresión ruso será eliminado de raíz cuando la bandera ucraniana vuelva a ondear en la ciudades y aldeas de Crimea”, dijo Zelenski en una intervención telemática en la primera conferencia parlamentaria de la Plataforma de Crimea, celebrada en Zagreb y que reunió a representantes de unos 40 países.