El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso declaró ayer su apoyo expreso a su histórico rival, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. “En esta segunda vuelta voto por una historia de lucha por la democracia e inclusión social. Voto por Luiz Inácio Lula da Silva”, declaró Cardoso, de 91 años, quien presidió Brasil entre 1995 y 2002.

Lula y el presidente Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, se medirán en una reñida segunda vuelta el próximo 30 de octubre, después de que ningún candidato obtuvo más del 50% de los votos válidos en la primera vuelta.

Cardoso, histórico dirigente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que antes de la irrupción de Bolsonaro era el gran rival del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, ya había insinuado su apoyo al exmandatario poco antes de la primera vuelta, pero no lo había declarado abiertamente.

Cardoso no votó en la primera vuelta de las elecciones al optar por quedarse en casa por su avanzada edad. Durante décadas ambos expresidentes fueron rivales políticos y símbolos de la polarización entre el PT y el PSDB. No obstante, ambos líderes sellaron su reaproximación en 2021, en plena pandemia del coronavirus.

Apoyos

En los últimos tres días, políticos y partidos han comenzado a mover sus fichas de cara a la segunda vuelta presidencial.

Bolsonaro, candidato a la reelección, recibió el martes el respaldo de los gobernadores de los tres mayores estados de Brasil, entre ellos Sao Paulo, principal colegio electoral del país, en tanto que Lula sumó al laborismo de Ciro Gomes, cuarto colocado en la primera vuelta.

Lula podría recibir también en los próximos días otro importante apoyo, el de Simone Tebet (centroderecha), quien quedó tercera el pasado domingo.