El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y la primera ministra británica, Liz Truss, se han comprometido a firmar con prontitud un pacto de cooperación en materia de defensa e intensificar las consultas en torno a un proyecto conjunto para producir un avión de combate de nueva generación.

Kishida y Truss mantuvieron su primer encuentro desde la llegada al cargo de la británica hace dos semanas en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York de este martes, y conversaron durante unos 65 minutos, según informó el Ministerio de Exteriores nipón en un comunicado.

El primer ministro Kishida señaló a su homóloga que las relaciones entre sus países "son más cercanas que nunca", y la primera ministra Truss describió al país asiático como "un socio importante para el Reino Unido y expresó su intención de reforzar aún más la estrecha colaboración con Japón", detalló la Cancillería japonesa.

En este sentido, Kishida y Truss se comprometieron a fortalecer no sólo sus relaciones económicas, incluida una posible entrada del Reino Unido al llamado Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP), sino en materia de defensa.

Kishida llegó en mayo a un acuerdo con el predecesor de Truss, Boris Johnson, para reforzar la cooperación bilateral defensiva, incluida la participación de tropas japonesas y británicas en maniobras y entrenamientos conjuntos en materia de desastres.

En sus conversaciones de meses anteriores, ambos países también se comprometieron a avanzar en las conversaciones sobre el desarrollo conjunto de un avión de combate de nueva generación, un proyecto que Kishida y Truss se comprometieron a seguir explorando.

Ambos líderes compartieron también opiniones sobre temas de índole internacional y en particular sobre la situación en Ucrania y el aumento de la asertividad militar de China en el Indopacífico.

"La seguridad en Europa y en el Indopacífico son inseparables", dijo Kishida, y ambos se mostraron de acuerdo en "la importancia de seguir con las sanciones impuestas a Rusia y el apoyo a Ucrania mediante la estrecha colaboración con la comunidad internacional".

Los mandatarios también "compartieron su seria preocupación por los intentos unilaterales de cambiar el 'statu quo' por la fuerza en los mares del Este y Sur de China", y reafirmaron su intención de seguir cooperando para lidiar con los programas de desarrollo de misiles y nuclear de Corea del Norte.