El secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danílov, afirmó ayer en su cuenta de Twitter que “la superioridad cuantitativa del Ejército ruso se compensa con la precisión de la artillería de cohetes ucraniana”.

“El armamento occidental para Ucrania ya cambia el curso de la guerra. ¡Y eso que aún no hemos empezado!”, escribió Danílov, en una réplica a las palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, quien el pasado día 7 dijo que Rusia no ha empezado aún “nada serio” en Ucrania.

El mandatario ruso firmó ayer además un decreto que simplifica la concesión de la ciudadanía rusa para todos los ucranianos, no solo para los ciudadanos de Donbás y de las regiones sureñas de Zaporiyia y Jersón.

Rusia, en Pausa operativa

Según el Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) de Estados Unidos, las fuerzas rusas se encuentran en medio de una pausa operativa, que se caracteriza por una reagrupación de tropas para su descanso y por el intenso fuego de artillería en zonas críticas para crear condiciones para futuros avances.

El ISW añadió en su informe diario que las tropas rusas efectúan ataques puntuales con el propósito de detectar debilidades en las líneas defensivas ucranianas.

Esta valoración de la situación en los frentes coincide con la de la inteligencia británica, que indicó que este domingo la artillería rusa golpeó intensamente en el norte de Donbás, sin que se lograran avances en el terreno.

En la región de Donetsk, los servicios de emergencia continuaron ayer las laboreas para recuperar cuerpos debajo de los escombros de un bloque de apartamentos de cinco plantas destruido en un ataque ruso el domingo en Chasiv Yar. Al menos 26 civiles fallecieron en el bombardeo.

En otro frente, al norte de Donbás, al menos seis personas murieron y otras 31 resultaron heridas en un ataque ruso ayer contra la ciudad de Járkov, la segunda en importancia de Ucrania y ubicada en el noreste del país, según informó la fiscalía regional.