El Ejército de Burkina Faso mató este martes a al menos veinte presuntos yihadistas en la región de Boucle su Mouhoun, en el oeste del país, informaron hoy fuentes militares.

La operación de las Fuerzas Armadas se realizó a través de ataques aéreos contra una base terrorista ubicada cerca de Bourasso, localidad situada cerca de la provincia de Kossi, indicaron fuentes del Ejército burkinés a la radio local Oméga.

"La (información de) inteligencia es cada vez más precisa. Pero, por lo general, siempre va acompañada de una acción terrestre", añadieron.

El ataque, que tuvo lugar entre las 09.00 horas y las 13.00 horas (misma GMT) del martes y en el que diverso material de los terroristas resultó destruido, también fue confirmado por fuentes locales a la emisora de radio.

El pasado 26 de mayo, el Ejército burkinés bombardeó a un grupo terrorista que se disponía a atacar un convoy que acababa de abastecer la ciudad de Djibo, capital de la provincia de Soum, en la región norteña del Sahel, según informó la estatal Agencia de Información Burkinesa (AIB).

Durante la operación murieron 12 yihadistas, entre ellos el líder terrorista Tidiane Djibrilou Dicko, responsable de varias emboscadas mortales.

El pasado sábado, el Ejército de Burkina Faso también informó de que habían abatido a 39 terroristas en varias operaciones efectuadas a lo largo de la semana pasada en el norte del país.

Burkina Faso sufre a menudo ataques yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos vinculados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.

La región más golpeada por la inseguridad es la de Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, y, desde 2018, a la Región Este.

En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente burkinés, Roch Kaboré.

Meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.

La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a más de 1,85 millones de personas, según el Gobierno.