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China abre la puerta al fin de los campos de reeducación

En los últimos tiempos se han multiplicado las peticiones para su clausura, incluso en el seno del PCCH

China abre la puerta al fin de los campos de reeducaciónFoto: n.g.

Pekín. Tras varios casos de polémicas detenciones que generaron oposición hasta en el seno del régimen, el Partido Comunista de China abrió ayer la puerta al fin de los controvertidos campos de reeducación, algo que ha sido recibido con moderado optimismo por organizaciones de derechos humanos. El nuevo máximo responsable de seguridad del Partido Comunista de China (PCCh), Meng Jianzhu, uno de los ascendidos en el reciente relevo de la cúpula, anunció que el régimen dejará de usar este año estos centros (unos 350 en la actualidad), que desde su creación en 1955 han privado de libertad a 160.000 personas según cifras oficiales. Meng, responsable de la Comisión Política y Legislativa del Partido desde noviembre, hizo este anuncio en una reunión con responsables judiciales de todo el país, según señaló uno de los asistentes al diario South China Morning Post.

"Los comentarios del secretario Meng están impregnados de un nuevo espíritu, muestran el progreso que nuestra sociedad ha hecho", aseguró la misma fuente, sin identificar por el diario. La agencia oficial Xinhua, con tono más neutral, informó únicamente de que China "reformará este año el sistema"; sin embargo, el diario independiente hongkonés se mostró más optimista, asegurando que el país "pasa página a un oscuro capítulo de su Historia". Por parte de las organizaciones de derechos humanos, Nicholas Bequelin, investigador de Human Rights Watch, señaló que la noticia, de confirmarse, "sería una mejora en derechos humanos sin discusión", aunque se mostró prudente y señaló que aún está por ver si estos campos son realmente abolidos o simplemente se cambiarán por una fórmula más "suave" y aceptable por la opinión pública.

Una portavoz de Human Rights In China, por su parte, se mostró partidaria de esperar acontecimientos antes de dar por terminado el sistema de detenciones. De confirmarse, en todo caso, el final de estos campos de reeducación, conocidos como laogai en China, podría ser votado y aprobado en el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) del próximo mes de marzo, el mismo en el que se relevará a los actuales jefes de Estado y Gobierno del régimen.

En los campos de reeducación suelen cumplir condena desde hace más de medio siglo detenidos sin juicio previo, por lo que han sido usados durante décadas contra disidentes, peticionarios y "alborotadores". En los últimos años, y tras varios casos de "reeducados" que conmovieron a la sociedad china, los llamamientos de la ciudadanía y hasta en el seno del Partido Comunista a que terminara este sistema se han multiplicado.