Bratislava. Los ministros de Defensa de los 28 Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reunidos en Bratislava, optaron ayer por esperar ante un eventual envío de soldados adicionales a los 71.500 efectivos ya desplegados bajo su mando en Afganistán. "No hemos hablado de cifras concretas", dijo el secretario general de la alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen, tras las deliberaciones. Sin embargo, hay un "amplio consenso" sobre los puntos esenciales del informe del comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la seguridad en Afganistán (ISAF), el general estadounidense Stanley McChrystal. "Hubo un gran apoyo de todos los ministros al informe, sin hablar de repercusiones en los recursos", resumió Rasmussen.
McChrystal pidió 40.000 soldados adicionales para el país. Algunos de los ministros alegaron que quieren esperar hasta que el futuro gobierno afgano esté en el poder y el presidente estadounidense, Barack Obama, haya decidido si envía o no más soldados, dijeron fuentes diplomáticas. Estados Unidos tiene ya 35.000 efectivos al mando de la ISAF en el país y quiere estacionar otros 30.000 bajo su propio mando.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo por su parte que "una serie de aliados" está considerando el envío de más personal militar o civil, o ambos, a Afganistán. "Creo que es muy alentador", consideró. No sólo Estados Unidos, sino también los aliados europeos doblaron en los últimos quince meses las tropas en el país.
Gates anunció que dentro de entre "dos y tres meses" Obama presentará sus "opiniones concretas". "El tiempo del análisis se acerca al fin". El informe de McChrystal hace hincapié en que la ISAF no sólo debe luchar contra los terroristas, sino también contra la insurgencia y destaca la importancia de volver a ganar el apoyo de la población.
Además, el gobierno afgano debe ser aceptado por el pueblo y debe trabajarse con mayor ímpetu en el desarrollo del país. También el enviado especial de la ONU a Afganistán, Kai Eide, apoyó el plan de McChrystal, que destaca la construcción de infraestructuras e instituciones, el entrenamiento de las fuerzas afganas y la creación de un gobierno en el que confíe el pueblo afgano. "Sólo cazar y matar terroristas no soluciona ningún problema", dijo el secretario general de la Alianza.
"Lo que necesitamos es una estrategia mucho más amplia que estabilice al conjunto de la sociedad afgana". Sobre los comicios presidenciales del 7 de noviembre, dijo que quien gane "debe trabajar activa y visiblemente para combatir la corrupción, mejorar la eficiencia y servir a la población". Además, dijo, los ministros son conscientes de que se necesitan inversiones para lograr que la policía y el Ejército afganos asuman la seguridad de manos de las tropa internacionales. "Para ello se necesitan también recursos, personas y dinero". Rasmussen destacó que se necesitarán considerables esfuerzos en el caso de que haya que formar a 240.000 soldados y 160.000 policías, como propone McChrystal, casi el doble de lo previsto hasta ahora.