Centenares de marroquíes salieron ayer a las calles de Euskadi para celebrar la victoria de Marruecos frente a España en los octavos de final de la Copa del Mundo de Catar. En Bilbao fue donde más se dejaron notar y las celebraciones fueron seguidas por un amplio dispositivo desplegado por la Ertzaintza a fin de prevenir incidentes en el contexto de una celebración que se desplazó por diferentes lugares de la capital vizcaina, donde se pudieron ver banderas, bengalas y escuchar diversos cánticos y cláxones por el acceso de la selección africana a los cuartos de final. El Casco Viejo, con la Plaza Unamuno como centro neurálgico, o el Arenal fueron algunos de los puntos donde se congregaron los aficionados, que celebraron durante horas el acontecimiento.

Lo mismo sucedió en localidades de Gipuzkoa como Donostia, Eibar e Irun, aunque con menor incidencia.

En varias ciudades del Estado español los seguidores de Marruecos inundaron las calles como muestra de la felicidad de vivir un momento histórico, como es el acceso a una ronda del Mundial en la que nunca había estado el combinado marroquí, que únicamente había estado en octavos en una ocasión antes de viajar a Catar: fue en 1986, en México.