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Mesa de Redacción

Carlos Marcos

Dos días por una vida

Dos días de permiso laboral por la muerte de un familiar de primer grado –tu madre, tu hijo, tu pareja– es una miera

Dos días por una vidaN.G.

Dos días de permiso laboral por la muerte de un familiar de primer grado –tu madre, tu hijo, tu pareja– es una mierda. Es una medida de otro siglo que ha llegado a nuestros días porque alguien ha decidido que hay que ocultar la muerte, como si no existiera, y esconder la tristeza, el dolor, la desesperación, en la rutina laboral, y nos lo hemos creído. Mientras se han ampliado, con buen criterio, los días de permiso en caso de nacimiento –hace no tanto el padre no tenía derecho a un mierda y hace no mucho más tampoco la madre– lo de que se te muere un familiar se ha quedado enquistado en una duración menor –48 putas horas– que la baja que te dan por un simple resfriado. En dos días tienes que regresar a tus funciones con la misma sonrisa, el mismo tino y el mismo nivel de producción sin tiempo para cicatrizar la herida, y aquí no ha pasado nada. Así que la medida de la vice, aunque suene a globo sonda sin consensuar con nadie –como lo de reducir media hora la jornada laboral, que ya sabemos en lo que quedó– suena tan lógico y necesario que provoca pudor que alguien lo discuta y vergüencita ajena que se hagan chanzas de ello, como cuando se reían de la salud mental. Sí, es necesario un permiso retribuido por la muerte de tu madre, de tu hijo... de más de dos días.Y de más de diez también. Y llegará, que se vaya haciendo a la idea quien tanto se descojona de la “ocurrencia”.