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Mesa de Redacción

Arantxa Lopetegi

Donostia, sus barrios y otras cosas de las que informar. Les escucho.

Perder el tiempo

Creo que deberíamos aprender a “perder el tiempo”, ya que ganándolo parece que no nos va nada bien

Perder el tiempo

No sé yo si no nos estamos confundiendo de plano cuando hacemos uso de la expresión “perder el tiempo”. ¿Es perder el tiempo descansar? ¿Es perder el tiempo tomar algo con amigas en vez de estar haciendo 15.000 actividades? ¿Es perder el tiempo quedarte mirando a las musarañas recordando o imaginando? ¿Es perder el tiempo dar media vuelta en la cama un domingo en vez da salir a correr 30 kilómetros? Vivimos marcándonos metas constantemente, llenando todos los minutos con “cosas”. ¿Qué cosas? Pues “cosas”. Me pongo la primera en la autocrítica. Hay días que hago una lista con todo lo que he hecho y me vuelvo a cansar. Creo que deberíamos aprender a “perder el tiempo”, ya que ganándolo parece que no nos va nada bien. Si pensáramos un poco más, si soñáramos un poco más, si creyéramos en lo imposible, si paráramos de producir lo material para diseñar lo inmaterial, lo que nos hace personas, tal vez, solo tal vez, ganaríamos tiempo de calidad. Mientras, a la espera de que lleguen las vacaciones para “perder el tiempo” a manos llenas, no nos queda más remedio que alimentar nuestras horas con trabajo, compras, limpieza, deporte, subir y bajar escaleras, montañas o cuestas. Y no, no creo que lo que no está lleno esté necesariamente vacío.