Estamos tan acostumbrados a los datos que los números que deberían llamar nuestra atención se quedan en eso, en simple cifras que pasan desapercibidas para la inmensa mayoría de la población. Bien lo sabemos los periodistas que siempre buscamos testimonios con los que aportar el toque humano a la fría estadística. Pero que un riguroso estudio basado en una muestra de más de 4.000 personas arroje la cifra de que la mitad de las mujeres que viven en la Comunidad Autónoma Vasca ha sufrido algún tipo de violencia es, sin duda, preocupante.
Ese titular, que ya ha volado en menos de 24 horas de las portadas y las homes, no necesita de la búsqueda de testimonios para mostrar una dura realidad. ¿Pregúntenle a quién está al lado si ha sufrido algún tipo de violencia? A esa amiga, compañera, madre, hija, trabajadora, médica, limpiadora, periodista, amante o mujer si alguna vez, por el simple hecho de ser mujer, se ha sentido humillada, vejada, manoseada, abusada, golpeada, discriminada... En el Observatorio Vasco Sobre Acoso y Discriminación resumen muy bien la conclusión del estudio: “La pregunta no es si conoces a una mujer que ha vivido violencia. La pregunta es si lo sabes”. Y entonces, ¿qué vas a hacer?