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Mesa de Redacción

Ander Terrones

El papa laico

Se puede vivir de otra forma y se puede mejorar el mundo. Que todo vaya a ser un desastre en el futuro no está escrito en ninguna parte

El papa laicoGaston Britos / Efe

La semana pasada falleció Pepe Mujica, una persona que trascendió más allá de su paso por la política de su país, empezando como guerrillero y llegando a presidente, y que se convirtió en referente para millones de personas en todo el mundo. Especialmente conocido es que siempre permaneció en su casa y que renunció a buena parte de su sueldo como líder del gobierno de Uruguay. Para mí una figura como la suya es reconfortante. Más allá de sus contradicciones, como todo ser humano, fue un farol moral que hace falta en los tiempos que corren. Los que no tenemos ninguna religión, y no seguimos unas normas para alcanzar la vida eterna, necesitamos también personas que establezcan lo que está bien y lo que está mal. En ese sentido, Mujica actuó como una especie de papa laico, con sus discursos sobre el sistema social y sobre la vida. Con una moral sin rumbo en tiempos de capitalismo salvaje, tener de referencia a quien predicó con el ejemplo es mucho. Es por eso que Pepe Mujica puede pasar a la historia como mucho más de lo que es ahora. Su sencillez tiene que servirnos para imitarlo y ser buenas personas en un mundo que te empuja a lo contrario. Se puede vivir de otra forma y se puede mejorar el mundo. Que todo vaya a ser un desastre en el futuro no está escrito en ninguna parte.