La novela La montaña mágica de Thomas Mann describe el ambiente social que se vivía en Alemania los años anteriores a la Primera Guerra Mundial. El autor trata todo tipo de temas mediante sus personajes y su protagonista Hans Castorp, y muestra una falta de rumbo y de valores que acaba conduciendo al final abrupto de la novela, que desemboca en la guerra y el horror. Justo estos días se está hablando del país del escritor, ya que ha habido elecciones, y si bien son épocas distintas, se diría que una zozobra parecida recorre no solo Alemania, sino también Europa. Perdida, sin ideas y sin saber qué esperar del futuro, los europeos perciben que los cambios que se están operando en el mundo se están haciendo sin ellos. Sin saber cómo responder a los retos, muchos recurren a opciones que rememoran un pasado de violencia absoluta, que traen ecos de tiempos pretéritos que se pensaban superados, esperando que con opciones que solo han traído dolor y muerte se solucionen mágicamente los profundos problemas que aquejan al Viejo Continente. Solo cabe esperar que se sepa cambiar el rumbo a tiempo y que, a diferencia de Hans Castorp, no caigamos en el fanatismo y en el delirio de la guerra por líderes que se esconden mientras el pueblo se mata.