Faltan poco más de un mes para el 8 de Marzo, un día perfecto para sensibilizar a la sociedad y defender la igualdad de género acabando con las desigualdades que afectan, o mejor dicho que sufren, las mujeres por ser mujeres. Desigualdades que pasan por una mayor carga de trabajo en el hogar; por ser las principales cuidadoras, primero de los hijos, después de los padres; que conlleva demasiadas veces cobrar menor por el mismo trabajo; y hasta sufrir agresionesfísicas, verbales y hasta la pena de muerte de quienes las ven como una propiedad en nombre de una violencia machista de la que algunos se han hecho negacionistas pese a que las cifras no paran de aumentar. En este fin, como en el feminismo, es importante que mujeres y hombres estemos juntos, porque de no ser así será difícil avanzar y por eso me ha extrañado ver que el Ayuntamiento de Andoain, y seguramente no sea el único, ha convocado un concurso público para diseñar el cartel del próximo 8-M en el que los hombres no podemos participar. Extraña manera de involucrarnos a todos en una fecha tan importante para el feminismo, que no es otra cosa que la igualdad. Desconozco porqué las ideas, la creatividad, el diseño de un hombre que ha estudiado en el mismo colegio que una mujer, no es válido para diseñar ese cartel. Una cosa es la discriminación positiva y otra, me temo, la exclusión que viene a defender que el 8-M es cosa de ellas cuando debe ser de todos.