Escuché esta frase en una serie de humor en TV, hace ya mucho tiempo, en un episodio en el que unas adorables ancianitas llevaban a un casting de televisión al bebé que les habían dejado para cuidar una tarde. Resulta que al terminar la prueba de selección para grabar un anuncio, los respectivos padres empezaron a coger a sus retoños entre un mar de bebés, y estas simpáticas mujeres (interpretadas por Gemma Cuervo y las fallecidas Mariví Bilbao y Emma Penella), se apresuraron en trincar al primero que pillaron, al grito de “coge uno que se acaban”. Por supuesto, se equivocaron. La misma frase podría aplicarse, salvando las distancias, en la guerra sin cuartel en la que están envueltos la Real y el Athletic, equipo que además de extender sus tentáculos en Gipuzkoa, acaba de conveniar a cinco clubes de Iparralde en su indisimulada apuesta ‘all in’ en la captación de talento (y músculo) joven en todo Euskadi, Navarra, La Rioja, Cantabria e Iparralde. Un toma y daca marcado también por el miedo a fallar; o a que el rival acierte cuando se lleva un pequeñín de nuestro jardín, aunque ya lo hayamos descartado aquí, porque al fin y al cabo hay que elegir y no caben todos. Ataque, defensa y contraataque: este partido lo tiene todo. Ahora se estira la goma ahora, por si acaso, y luego ya veremos.
