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Mesa de Redacción

Carlos Marcos

La soledad de Julián

El mensaje de la lotería de este año no puede estar más errado

La soledad de JuliánLoterías y Apuestas del Estado

El anuncio de la Lotería de Navidad se repite en la cantinela de compartir décimos (quizás porque son excesivamente caros) y recurre, otro año, a todos los tópicos. Esta vez el protagonista es Julián, un tipo de la España vaciada que hace un viaje en autobús para ir a la ciudad y se come una cola gigante en una fría noche de invierno para comprar un décimo de lotería en una administración, que le hubiera llevado cinco segundos comprar en Internet y sin salir de casa. A la pregunta de una reportera, el hombre responde que no tiene con quién compartir el décimo y desata una ola de memes en la que todo el mundo, sin conocerle ni tener intención, dice que compartirá su décimo con él, aunque en realidad Julián, que vive solo con su perro, necesita que compartan con él tiempo, y no frasecitas chorras en la distancia con la promesa de unos euros del premio. Pero la música ñoña en inglés (hay que joderse) se acentúa y el anuncio nos vende que compartiendo unos eurillos por Navidad cumplimos el expediente y podemos seguir siendo unos egoístas el resto del año, cuando en realidad las personas solas lo que necesitan es compañía, charla y afecto, y más en la puta Navidad. Ese es el premio al que aspiran tantas personas que viven solas, que necesitan sentir cerca el aliento de otra, mucho más que los millones. El mensaje de la lotería de este año no puede estar más errado.