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Mesa de Redacción

Mikel Mujika

He leído...

He leído...N.G.

Hoy todo pasa por la Comunidad Valenciana y las cerca de 100 personas fallecidas confirmadas anoche, además de decenas de desaparecidos, en lo que ya es una tragedia de dimensiones mayores a las del camping de Biescas, que costó la vida a 87 personas en agosto de 1996. O el descarrilamiento del tren intercity de Etxarri Aranatz y sus 18 fallecidos en marzo de 1997. Quién sabe si podríamos movernos incluso en cifras como las de los atentados del 11-M de 2004, fatídico jueves en el que muchos vascos vivimos con un nudo en la garganta durante horas, señalados como “culpables”, incluso por compañeros de universidad fuera de Euskadi, de 192 muertes que el Gobierno del PP atribuyó a ETA por pura conveniencia.

Días que permanecen en el recuerdo y nos hacen sentir la angustia que no todos sentimos cuando el horror se manifiesta a miles de kilómetros. Quizá el guion informativo ya pasaba por Valencia inexorablemente, desde el momento en que un futbolista llamado Vinícius acaparó todas las portadas el miércoles, desbancando de un plumazo a Íñigo Errejón, machito escondido en el armario y hombre de la semana en España. Vinícius, si no se suspende el encuentro, volverá el sábado al estadio donde le llamaron “mono”. Y de eso se iba a hablar tras la polémica del Balón de Oro. Por favor, ¡basta ya!